Desde que se elaboró la Ley de Presupuestos, el precio del cobre efectivo -variable clave para calcular los ingresos- ha subido 14,66% pasando de cotizarse de US$2,19 la libra a fines de septiembre a US$2,51 la libra, al cierre de ayer. La racha alcista del metal es, dentro del magro escenario macroeconómico, un alivio para las arcas fiscales. Esto porque Hacienda realizó el erario fiscal con un precio de US$2,20 la libra. Hoy el escenario más probable para el cobre es el valor fijado el lunes por el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de US$2,55 la libra.
De acuerdo a cálculos del ex subdirector de Presupuestos y actual académico de la Universidad de Santiago, Guillermo Pattillo, de mantenerse el precio en estos niveles y considerando sólo los ingresos por cobre, las cuentas fiscales tendrían recursos extras por cerca de US$1.200 millones. No obstante, por el lado del crecimiento y la demanda interna, el panorama para los ingresos fiscales no es auspicioso: el alza del PIB -según el IPoM- fluctuará entre 1% y 1,75% con un punto medio de 1,4%, por debajo del 2,25% que estimó Hacienda para el Presupuesto, mientras que la demanda interna se ubicaría en 2,5%, menor al 2,8% que previó el Gobierno. Este recorte en las perspectivas le significa al Fisco una merma en ingresos de unos US$600 millones. Así, el efecto neto de este cambio de escenario le permite a las arcas fiscales recibir unos US$600 millones extra. En otras palabras, el menor crecimiento económico redujo a la mitad los mayores recursos que se obtienen sólo por el alza del precio del cobre.
Para el economista, “la suma de todas estas variables implicaría una reducción del déficit efectivo desde el 3,3% del PIB proyectado a uno aproximadamente más cerca del 3% del PIB”.
Bajo este escenario, para Pattillo, existe espacio para que “Hacienda, así como lo hizo en 2016, subejecute el Presupuesto y el déficit fiscal efectivo sea incluso menor a lo proyectado inicialmente. Esa sería la más relevante contribución de la política fiscal este año a la estabilidad macroeconómica”.
Actualización
En los primeros quince días de julio, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, junto al director de Presupuestos, Sergio Granados, deben asistir a la Comisión Mixta Especial de Presupuestos para presentar la actualización del Estado de las Finanzas Públicas. En este informe, Hacienda debe entregar el avance de la ejecución presupuestaria y a la vez nuevas proyecciones macroeconómicas para 2017. En este informe lo más probable es que se alineará a lo presentado por el Central en el IPoM. De esta manera, se prevé que la estimación para el PIB se ubique entre 1,4% y 1,5%, y la demanda interna en 2,5%. Para el precio del cobre, se prevé que quede en un valor similar al expresado por el ente rector de US$2,55, la libra. Junto a estas proyecciones también deben entregar nuevas estimaciones de déficit fiscal estructural y efectivo. Asimismo, debe haber nuevas proyecciones de ingreso y gasto.
Los parlamentarios esperan que Hacienda dé un informe detallado del avance de la ejecución fiscal y del espacio que existe para reasignaciones y de esa manera utilizar bien los recursos de presupuesto. Si bien aún no se debería comenzar a debatir la Ley de Presupuesto 2018, los parlamentarios principalmente de oposición preguntarán a Valdés sobre el estado en que se dejará las cuentas públicas y el debate sobre el fondo de libre disposición, ítem que siempre se deja cuando hay cambio de Gobierno.( Pulso)