Con cascos de realidad virtual capacitan a los futuros choferes de maquinaria pesada

Los cascos de realidad virtual permiten que un usuario se sumerja en un mundo diseñado digitalmente con la sensación de que es real. Últimamente estos aparatos han vuelto a estar de moda gracias a los desarrollos realizados por OculusRift (adquirido por Facebook) y Samsung, que adapta sus teléfonos a una carcasa de realidad virtual. Normalmente estos aparatos se asocian a la entretención y poco se los vincula a la actividad productiva.

Sin embargo, siete jóvenes de la Región de Valparaíso, agrupados en la empresa Yoy Simulators, decidieron cambiar eso y emplear estos aparatos para capacitar a los operarios portuarios que trabajan manipulando las grúas con que se estiban los containers en barcos tan grandes como un Panamax.

Con la realidad aumentada el futuro operario ve y escucha como si estuviera en la cabina de la grúa y puede ver los controles reales de la máquina. Además, al girar su cabeza puede ver el paisaje que revive con detalle al puerto de Valparaíso.

«En Chile no hay muchos simuladores, porque son carísimos. Normalmente se usan para capacitar a choferes, pilotos y operarios que manejan vehículos, aeronaves y maquinaria pesada y compleja. Lo que nosotros planteamos va más allá de un simulador tradicional, ya que reemplazamos la pantalla plana que está frente al alumno por OculusRift, que le da una experiencia realista», dice Juan Reyes, cofundador de Yoy Simulators.

A pedido

Hasta ahora han creado tres tipos de simuladores, todos relacionados con la actividad portuaria: grúa horquilla, grúa móvil y puente grúa. «Pero podemos crear simuladores a pedido para la industria minera, vitivinícola o agrícola, por ejemplo», dice Reyes.

Para realizar un simulador, la primera tarea es investigar bien la maquinaria, leer sus manuales y conocer todas sus características técnicas, como torque, velocidades máximas, ángulos en los que puede trabajar o los pesos máximos que puede levantar. Con dicha información recrean la física exacta para ser lo más realistas posible.

También hacen trabajo en terreno: a un operario experto se le entrega una cámara GoPro para captar videos de cómo es su visión desde la cabina y recrear, así, lo más fidedignamente posible el habitáculo en la versión digital.

Tras un largo proceso de modelamiento y programación -que les toma cuatro meses-, el simulador está listo para una prueba. «Según el tipo de maquinaria, le hemos adaptado los controles reales para que el operario se familiarice con ellos. Por ejemplo, compramos el mismo control que usa el operador del puente grúa».

La empresa que adquiere el producto recibe una caja con la unidad de procesamiento, los controles, el casco de realidad aumentada y un notebook, donde se administra la simulación.

Cada clase plantea desafíos que crecen en complejidad y que permiten que el operario alcance un manejo fino de la maquinaria. Por ejemplo, trasladar un bloque de cemento por un camino de conos, teniendo cuidado de no derribar ninguno, hasta dejar el bloque perfectamente posado sobre la losa.

Ya tienen cuatro clientes del área portuaria y empresas de capacitación. Además, han recibido fondos de Corfo para seguir emprendiendo, y ahora concursan en el programa «Go to Market», que los podría llevar a Silicon Valley para promocionar su solución.( Fuente: El Mercurio )

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