Según Vicuña Mackenna, Til Til tiene el doble privilegio de ser una de las aldeas más antiguas de Chile y de no haber dejado jamás de ser una aldea. Plantea que no ha desaparecido como otros asientos de minas en el norte.
El hecho históricamente reconocido es la muerte de Manuel Rodríguez, asesinado en Til Til el 26 de mayo de 1818. Acontecimiento que marca profundamente el sentir del pueblo que lo cobijó en su muerte.
Los restos del guerrillero aún son un misterio. Según lo relatado por un estudioso de la historia de la comuna, Guillermo Feliú Cruz, quien fue director de Museo, Biblioteca y Monumentos en Santiago, le comentó al cura párroco de Til Til, Arturo Arellano, que los restos del húsar no estaban en la capital, como se creía, sino en la iglesia de Til Til.
Para los habitantes de TilTil lo sucedido es claro: el cadáver, después de saqueado fue abandonado en una zanja, nadie se atrevió a recoger los restos por temor al Gobierno, pero el quinto día don Tomás Valle, amigo de Manuel Rodríguez y primera autoridad del pueblo, lo retiró del lugar depositando los restos desarticulados en un capacho de cuero y en completo secreto fue trasladado a la capilla.
En 1894 el formado Comité Popular Manuel Rodríguez fue autorizado por el Gobierno de Pedro Montt para exhumar los restos. Pero según lo que se cuenta, los vecinos se pusieron de acuerdo para entregar datos falsos sobre el paradero del coronel del ejército patriota. En una solemne ceremonia el 25 de mayo de 1895 la urna fue trasladada al Cementerio General de Santiago.
De tanto investigar, se encontró en la iglesia de La Merced un documento que señalaba que si uno dejaba entrar el sol por la parte norte del presbiterio, a las 10 de la mañana, un haz de luz indicaría el lugar donde estaba el cadáver de Manuel Rodríguez.
Al cumplirse los 150 años de la muerte del húsar, Horacio Aracena junto a un equipo voluntario formado por el comandante del Cuerpo de Bomberos, Samuel Soto, y con la venia del párroco, Elías Pitilla, desenterraron los supuestos restos de Rodríguez. En el lugar, encontraron dos mechones de cabello, tiras de género y un par de botones oxidados que podrían identificarse como parte del distintivo del escuadrón Húsar dela Muerte. Además, hallaron una calavera que al tomarla se les deshizo en las manos.
En 1984 el académico dela Universidadde Chile y perito forense Claudio Paredes exhumó los restos que estaban en el Cementerio General. Su investigación determinó que era imposible que el cuerpo enterrado fuera de Manuel Rodríguez.
Otro hecho interesante de rescatar de Til Til y, que caracteriza a la comuna, son las minas. En 1877 había 51 minas, 11 lavaderos y 6 trapiches. En esos tiempos, la producción anual de todas las minas de oro del mundo era de 100.000 marcos en cuya producción Chile ocupaba el tercer lugar con 11.000 marcos anuales. Según la medida que compraba la casa de moneda en Santiago durante el trienio entre 1879 y 1881, Til Til obtuvo el tercer lugar de producción con 24 kilos con 055 gramos de extracción de oro
El boom de la minería en Til Til fue en 1955. Llegaron personas de todas partes, principalmente del Norte de Chile debido al cierre de las salitreras. Según pirquineros de esos tiempos,La Rabayana,La María, Mata Macho,La Marquesa, Puntilla de Cobre, entre otras, fueron de altísima ley. Una de las pocas plantas concentradoras que sigue funcionando esLa Marquesita Abandonada(parte dela Marquesaque trabaja desde el año 1922) que da trabajo a 16 personas.
Según relata un pirquinero de la zona “…el minero antiguo puruñaba el material y por una o dos décimas daba con el oro. Ya no se hace así, antes se trabajaba la veta y se iba haciendo el análisis en una tapa de cerveza, luego la quemaban para que el arsénico no levantara el oro y según la cola que quedaba, se calculaban los gramos…”.
Los relatos de antiguos mineros desmitifican la creencia de la pepa de oro “…no existe, es un clavo o latita de oro libre que al ser arrastrado por las aguas va girando y se va redondeando. Es bien pagado, no tiene impurezas porque es de lavadero, no como el de la mina que tiene hierro…”.
En 1960 se abrió una sucursal dela Cajade Crédito Minero en Ventana (fue los inicios de ENAMI) lo que limitó el poder comprador y la minería en Til Til decayó, la mayoría de la gente se fue a Santiago. Los pequeños mineros se tuvieron que dedicar a actividades relacionadas con la ganadería y agricultura.
En 1980, debido al duro período de cesantía que vivió Til Til,la Municipalidadse contactó con Oscar Sagua, “Sagüita”, un pirquinero oriundo de Ovalle que llegó a Til Til en los años 50 para trabajar en la mina de Polpaico sacando caliza para el cemento.
La idea era construir un lavadero de oro que recogiera el mineral acolchado en los tiempos del boom de las minas en Til Til.
El pirquinero recuerda que lo llamaron para conseguir recursos: “…en comisión municipal, con Patricia Rivero, Carlos Peña y Ernesto Gómez, fuimos al Ministerio de Minería. El ministro me preguntó: ¿qué sabes de lavado de oro? y le contesté que era lavador de oro desde los 12 años cuando trabajaba en Ovalle y el gramo valía 40 pesos, mucho más de lo que valía en ese momento. Entonces –dijo el ministro- eres de la vieja guardia. Me acerqué a su escritorio y dejé caer sobre la mesa los50 gramosde oro que llevaba. Ese fue el instante que dio paso para comenzar la construcción del lavadero en El Atajo. Desde el Ministerio mandaron comisiones para saber si era cierto que había oro. Sacaron pedazos de hasta 70 grs. Raúl Donaire sacó una pepa de 72 grs.; y Manuel Torrijo, 62 grs…”.
El lavadero tenía 2 secciones y dio trabajo a más de 500 personas entre hombres y mujeres. Funcionó por cerca de 5 años.
Son muy pocas las minas que siguen funcionando. Algunos mineros creen que bajo el caolín, que es una cimita en descomposición por la humedad, debería estar el oro.
Actualmente, el Liceo Polivalente de Til Til tiene un laboratorio minero que entrega antecedentes gráficos de la realidad minera de la comuna.
Si bien hubo un tiempo en que Til Til tuvo un avance social y económico con la inauguración, en 1863, del tren Santiago-Valparaíso, el cual trasladó pasajeros hasta 1985, hoy es una comuna que se encuentra como dormida. Los lugareños creen importante mejorar las alternativas de producción rescatando los insumos con los que cuenta la comuna, como tunas y aceitunas, y darles un valor agregado que conlleve a que Til Til sea reconocido como una comuna con grandes potenciales turísticos y comerciales.
Según la visión de algunos tiltilanos, la gran problemática de la localidad es la falta de actividades que permitan, principalmente a los jóvenes, descubrir y desarrollar sus habilidades para evitar que consuman drogas y alcohol, y se los incentive a valorar y respetar su comuna.
En tanto, algunos jóvenes señalan que la poca coordinación entre organizaciones sociales existentes y el Municipio, dificulta la posibilidad de realizar actividades de interés para los distintos grupos etáreos. Incluso, platean que si bien se hacen actividades no incluyen a toda la comunidad y no hay un canal de información efectivo que integre e invite a los habitantes de cada localidad.
Es una de las últimas localidades de la comuna en fundarse, hecho ocurrido el 24 de abril de 1973. Nace de la necesidad de algunos trabajadores de la fábrica de Cementos Polpaico, en Cerro Blanco, de tener una parcela en donde pudieran establecerse. Se forma una Cooperativa que compra un terreno que era parte de Santa Matilde llamada potrero El Carmen (terreno de Marinovich) y es dividido entre los socios para la construcción de sus casas con una chacra colindante. Se postula a una caseta sanitaria como parte del proyecto de autoconstrucción. El territorio tiene la particularidad de estar formado por manzanas permeables y extensas medidas.
En 1874 Polpaico ya es conocido por la cal que aporta a la construcción del Palacio deLa Moneday el Puente Cal y Canto.
Según Vicuña Mackenna, fue un fundo concedido a doña Antonia de Navia en tiempos de Pedro de Valdivia, famoso por sus rodeos, sus corderos y sus espinales, uno de los más antiguos y valiosos de Chile. Y debe su nombre a dos plantas conocidas que se dan en la zona: el poll (achira) y el paico, hierba indígena medicinal para el dolor de estómago.
Lo que posteriormente fue conocido como la hacienda de Polpaico, llegaba hasta Santa Matilde y perteneció a la familia Lecaros. Marta Lecaros Campino vendió parte de su fundo, donde está la mina de cal.
Al iniciarse las labores de la industria de Cemento Polpaico, en 1955, el territorio comenzó a crecer a partir de esta fuerza de trabajo, expandiéndose más allá de las fronteras cobijadas por la casa patronal de la hacienda de Plazuela, que hoy es Monumento Nacional. En ella se planeó la conspiración de los Tres Antonios, que planteaba establecer en Chile un régimen republicano, cuyo gobierno sería elegido por los habitantes del territorio. Esta conspiración fue ideada por Antonio Gramusset, Antonio Berney, y José Antonio Rojas, los dos primeros de origen francés, y el tercero propietario dela Hacienda Polpaico.
Según el relato de una artesana de la localidad, los terrenos estaban divididos en tres fundos: “…La costumbre era juntarse en los salones para realizar tertulias y asados. Para celebrar el 18 de septiembre la gente se reunía en el cerroLa Cruz…”.
Una de las historias que se cuentan es la dela Santadela Piedra. Sedice que cuando pasaba el tren había una piedra donde se reflejaba la imagen dela Virgen. Elmito narra que una persona trató de romper la piedra para ver qué había adentro, pero no logró su objetivo y quedó ciego. Finalmente, la piedra fue pintada con la imagen de la virgen.
Una de las historias que recuerda una artesana oriunda de Plazuela es que donde está ubicada la casa de los Naranjos, un día de noviembre, se sintió caer una moneda del techo, esto llevó a pensar que era un lugar sagrado y es por eso que hoy se dice que es un terreno donde había un entierro.
En el sector existenla Piedradela Mesayla Quebradadel Parrón, donde hay una mina. Además, se pueden encontrar tazas y morteros en donde antiguamente se chancaba para hacer el maíz y la harina.
Las casas eran de barro y paja y, según los relatados de lugareños, el pueblo partió por las estaciones de ferrocarriles “…en esos tiempos los turcos eran quienes proveían los insumos…”. Desgraciadamente, la mayoría de las casa antiguas fueron destruidas para el terremoto de 1985.
Los fundos se dividieron parala Reforma Agraria, pero la gente no tenía recursos para trabajar la tierra, por lo cual, siguieron siendo empleados. Luego, empezaron a pedir créditos, pero como no podían pagarlos debieron vender los terrenos. De la gente a la que originalmente le tocó tierra, sólo queda una familia.
El trabajo era generado gracias a las 10 mil cabezas de ganado ovino, la siembra del trigo y alfalfa y la quema de carbón.
Una mujer oriunda de Polpaico plantea que “…si bien antes había pobreza, la gente podía autoabastecerse criando animales y cultivando la tierra. La vida era sacrificada, pero comunitaria. Se hacían actividades tradicionales comola Trilla,la Coladurayla Capaduraen donde participaba toda la gente. En el fundo había una medialuna y colocaron una cruz, lugar donde se celebraban las misas de campaña…”.
Si bien los fundos daban trabajo a los lugareños, se dice que la afición minera da vida a esta localidad. Se conocen los textos de Vicuña Mackenna a lo que se suma la construcción del camino Rungue-Til Til, en 1930, tiempos de resplandor para la explotación en un grupo de minas ubicadas casi a 5 kms. de la estación de ferrocarriles de Rungue, en terrenos pertenecientes al fundo de doña Herminia Caldera.
Con la llegada del tren al pueblo la minería y el comercio se vieron bastante favorecidos. De hecho, los productos originarios de la zona como quesos de cabra, pan amasado, conejos y flores silvestres, eran ofrecidos en las distintas estaciones de la provincia.
Sin lugar a dudas, la minería trajo muchos beneficios al sector y de alguna forma permitió la formación de Rungue. Desafortunadamente, la llegada de la empresa Refimet, que ya no funciona, dejó un tremendo daño ecológico provocado por la contaminación con arsénico de las aguas del tranque, construido en la década de los 50 para el regadío de toda la comuna.
Montenegro:
Por las minas La Paloma,la Fortunay El Guindo (la cual se sigue trabajando pero a menor escala) esta localidad conservó por mucho tiempo su carácter de asentamiento minero. La extracción de minerales perduró por años, pero su mayor producción se centró en tierras de tipo arcillosas y materias para la creación de pigmentos y cerámicas.
En 1863 la producción minera se vio favorecida gracias a la llegada del tren que permitió el rápido transporte al puerto de Valparaíso. Su estación fue conocida como la de Quesos de Cabra porque era lo que más se vendía.
La capilla colonial de Nuestra Señora de Lourdes, ubicada en la calle principal frente a la estación, fue diseñada según cánones europeos debido a la influencia de hacendados franceses que poblaron la zona y que financiaron su construcción. La primera piedra fue colocada en 1943. Los montenegrinos se han preocupado de cuidar y conservar los objetos antiguos, como las ropas utilizadas por los curas y el carrito que se ocupaba para llevar a las personas en los funerales.
Una de las personas más antiguas de la localidad y quien fue regidor de Til Til en el período presidencial de Jorge Alessandri, señala que con el fin de apoyar el desarrollo deportivo de los niños, se construyó la medialuna de Montenegro, la cual, por encontrarse al lado de la carretera atrae a los viajeros cada vez que se realiza un rodeo. Esta actividad se ha convertido en una tradición que se celebra cada 12 de octubre.
CALEU
Kaleu,…Kaleutun, aquello que cambia de condición.
Las piedras perforadas encontradas en las quebradas de Caleu hablan de vestigios ancestrales pre incaicos, que se mezclan con los senderos entre el cerro El Roble y El Garfio que formaron parte del “Camino del Inca”.
Según algunos relatos históricos, cuando las tropas realistas escapaban del ataque de San Martín y O´Higgins, luego de la batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, se dirigieron a Valparaíso a través de Chicauma y en el camino algunos de estos fugitivos decidieron esconderse entre las quebradas de Caleu. Finalmente, fue el lugar escogido para poblar, cultivar la tierra y extraer mineral. De ahí proviene el origen de los apellidos más comunes de Caleu: Astorga, Hidalgo y Vicencio.
Pocas son las familias antiguas que quedan que recuerden la vida de antes y las historias contadas por sus ancestros.
En Caleu se vivía de la leña, el carbón y la nieve. Las nevadas eran tan grandes, como la de 1942 cuando nevó durante 8 días. Se trabajaba pisando nieve, actividad conocida como “tapadura de nieve”. Durante el invierno, en el cerro El Roble, cavaban grandes piscinas que eran rellenadas con nieve entre capas de hojas. A comienzos del verano, se habían transformado en hielo, el cual era cortado en grandes bloques y bajado en mulas a la estación de Llay Llay donde se comercializaba y trasladaba a las fábricas de helados.
Según lo relatado por una oriunda de Caleu “…me crié en casa de adobe, comiendo majao, mote y papas con frangollo (…) Aún cocino con leña y nunca me he enfermado con el humo del carbón…”. Además, recuerda que las trillas duraban 3 días y todos los vecinos ayudaban en las labores.
Entre las verdes laderas se pueden encontrar los rastros de las minas de cobreLa Perlay San Gerardo. Según cuenta un mito popular, una vez encontraron una empanada de oro.
Las minas de Caleu fueron explotadas entre 1960 y 1970. De acuerdo a lo relatado por antiguos mineros de la localidad, en esos tiempos se perforaba a mano y había que carretear600 metrospara dejar en la planicie los minerales extraídos. Para mejorar la producción, debieron hacer una posta cada100 metrosy con tropas de burro se sacaba el material. Pirquineros recuerdan que los mejores carretilleros fueron Fernando Sánchez y el legendario “Mentiras Gordas”.
A quien preparaba las comidas en las minas se le llamaba “Coki”. Los monroes o chocones, que eran unos panes grandes, se convirtieron en parte de la alimentación básica de los trabajadores.
Se dice que hubo muchos minerales de la familia Allende, dueños de las casas más antiguas de Caleu que aún existen y que le dan identidad a la localidad.
Antes de ser construida la primera escuela de Caleu, en los años 60, uno de los recuerdos que salta a la memoria de los más antiguos lugareños, es que don Emilio Hidalgo hacía clases en El Llano y al morir, su hijo siguió sus pasos enseñando a los niños del sector.
De las míticas historias que se cuentan, está la del paso de la francesa, que es un arroyo en donde se presentaba una gallina con pollos y un chancho con cadena que seguía el andar de la gente.
En aquellos tiempos se santificaba a San Manuel y una de las grandes fiestas era Corpus Cristi. La gente se instalaba con pequeños negocios y había un lugar especial para celebrar la misa.
La fiesta del Carmen era una tradición que se fue perdiendo de a poco. Nueve días antes de la celebración, se empezaba con la novena del Carmen, se prendían velas y se dejaban monedas como símbolo de agradecimiento por el trabajo generado durante el año.
Además, todos los años, en el mes de abril, se realizaban misiones, actividad clásica de los católicos en esos tiempos.
La comunidad de Caleu participa en una tradicional fiesta que se celebra en el sector de Quebrada Alvarado el 24 de diciembre en el santuario de Las Palmas. En procesión a caballo llegan al lugar, donde se presentan bailes chinos ascendiendo desde la quebrada hasta el santuario. Los habitantes de Alvarado narran que en sus tierras existe un niño que protege a los comuneros y a sus familias, trayéndoles longevidad y prosperidad en sus cosechas. Se cuenta que la primera vez que se le vio fue en la quebrada “…apareció en un trigal una figurita de un niño de ojos grandes y mirada angelical, una luz clara rodeaba su cuerpecito y al ser levantado roció trigos nuevos…”. Los comuneros, al percatarse de los milagros de este niño y que sus plantaciones eran ahora más abundantes, se sintieron agradecidos y decidieron construirle un santuario nombrándolo “niño Dios” conocido también como “el niño de los pies de trigo
En los años 30 Caleu se establece legalmente como comunidad. La población ha crecido siempre en los márgenes que la geografía le permite, cultivando en pequeños terrenos. Actualmente, la mayoría de los terrenos están siendo vendidos por los propios comuneros como “parcelas de agrado”.
SANTA MATILDE
El nombre de esta localidad se debe a doña Matilde Rivera Serrano quien se casó con don Manuel Beauchef, hijo del coronel Beauchef que llegó a estas tierras a pelear con los españoles en los tiempos de Napoleón. En aquella época, lo que hoy se conoce como Santa Matilde, era parte de la hacienda de Polpaico.
Doña Matilde no tuvo hijos y repartió sus tierras entre su hermana, Pastora Rivera, y su sobrina, Carmen Palma, quien fue abuela de Marta Lecaros Campino, madre de Darío Ovalle Lecaros.
Santa Matilde era el fundo (desde Quilapilun hasta Lampa) de los cuatro hermanos Lecaros Campino, quienes se repartieron el terreno de 9 mil hectáreas. Posteriormente, algunos conservaron los terrenos en la familia, otros les fueron expropiados conla Reforma Agrariay otros fueron vendidos.
En esos tiempos se sembraba trigo, el cual, era transportado en bueyes. A pesar de que el camino no estaba delimitado, muchos lugareños recuerdan que “el andar” era lo que hoy se conoce como “coquimbito”. Los viajes de Polpaico a Santa Matilde eran larguísimos, quienes trabajaban en el fundo debían salir a las 6 de la mañana y, una vez en Santa Matilde, se sentaban a comer lo que se conocía como “la galleta de los trabajadores”.
Para poder cuidar mejor el ganado, la gente tenía sus casas en los cerros. Había 25 mil cabezas de ganado de oveja y todo lo que se sembraba estaba relacionado con el ganado. Los terrenos eran regados con el agua del tranque de Huechún, construido en 1932, que en esos tiempos proveía lo necesario para la ladera del Aconcagua.
Cerro Blanco empezó a funcionar definitivamente en 1947. Un poco más abajo, estaba la calería vieja donde había una población grande, que se desarmó cuando el cemento tomó el lugar de la cal. El sindicato de trabajadores del lugar pagó a una profesora para enseñar a los niños de la población y a algunos campesinos que quisieran estudiar. Un agricultor oriundo de Santa Matilde recuerda que en esos tiempos sólo existían las escuelas de Polpaico y Plazuela.
En 1956, años después de que Darío Ovalle llegara a tomar la administración del fundo, se construyó la primera escuela, la cual aún funciona, pero a partir de 1973 pasó a ser escuela pública.
La pulpería ubicada en Cerro Blanco abastecía a distintos lugares con leña y carbón. Por la vieja cuesta viajaban, entre tres y siete días, caravanas de carretas en dirección a Santiago con sacos de leña y carbón para venderlos en la capital.
Según lo que recuerdan algunos matildanos, antiguamente se celebraba el 18 de septiembre en las casas, pero con la llegada de la población a Cerro Blanco se construyó un estadio que dio el espacio suficiente para organizar fondas y rodeos. Se realizaban tradicionales actividades campesinas como juegos y competencias a la chilena, en las que participaban todos los huasos de la zona.
Para muchos matildanos, la existencia de la población de Cerro Blanco abrió las puertas a la cultura, gracias a que se realizaban diversas actividades en que la familia podía compartir, “… era el lugar donde uno podía ir a comprar el diario…”.
Santa Matilde no está exenta de relatos curiosos. Una de las historias contadas por los matildanos es que en el fundo había un galpón muy grande cuidado por rondines, un día se mandó a comprar a uno de los trabajadores y cuando iba por “el bajo” se le acercó lo que él pensó era un perro, pero el mito señala que era un duende que se le aparecía a la gente y la acompañaba en su caminar. El trabajador le dio un puntapié y el duende le devolvió el golpe hasta dejarlo moreteado.
Otra de las historias dio origen a lo que se conoce como el “Algarrobo dela Cubría”. La gente debía ir a pagarse a Polpaico, al otro lado de la línea del tren, y como el camino era largo, una vez recibido su dinero se dirigían a un frondoso algarrobo, que quedaba en el camino, para poder descansar bajo su sombra. Algunos se quedaban dormidos y eran asaltados.
El 1971, cuando se diola Reforma Agraria, los terrenos fueron expropiados y luego se formaron los asentamientos hasta la llegada del régimen militar que terminó repartiendo las tierras. La gente que venía de Santiago compró terrenos y se empezaron a formar nuevamente los fundos.
Quien fuera regidor y alcalde de la comuna en varias oportunidades, cuenta que al repartir los terrenos se reservaba la parte de la casa y se entregaban los potreros, lo que explicaría que existan casas aisladas “…en ese tiempo se podía por ley…”. En el paradero 5 están las únicas tres casas que quedan de aquella época.
Las siembras de trigo (300 cuadras) fueron transformadas en parronales, duraznos y plantaciones de hortalizas. Por lo cual, la actividad económica se ve marcada por la estacionalidad del trabajo.
Documento elaborado por la Oficina de Cultura de la I. Municipalidad de Til Til