- La membrana asfáltica es utilizada en el mundo hace más de 100 años, pero en el último tiempo se ha convertido en una de las tecnologías preferidas para impermeabilizar superficies, reemplazando a la teja asfáltica, cubiertas metálicas, zinc, entre otros. Gracias a los materiales con los que está constituida, entrega impermeabilidad, larga duración, múltiples usos y variadas terminaciones.
¿Qué es la membrana asfáltica? Es un elemento prefabricado, cuya base es el asfalto modificado u oxidado, que posee una armadura llamada Mastic, compuesta por polietileno de alta densidad, fibra de vidrio y poliéster, que le aporta propiedades físicas y mecánicas a la membrana. Este Mastic puede ser modificado con SBS (membranas asfálticas elastoméricas), APP (membranas asfálticas plastoméricas) o agentes catalizadores que le dan las características impermeabilizantes y de durabilidad.
La función básica y primordial de esta membrana es la impermeabilización, por lo que es utilizada generalmente en cubiertas, baños, jardines, jardineras, terrazas, losas de estacionamiento, canales, puentes, con características técnicas diferenciadas para cada requerimiento. Según el tipo de asfalto que se utilice, éste definirá su durabilidad, uso y en la zona climática donde será aplicada.
Entre las ventajas de la membrana asfáltica impermeabilizante, destacan la resistencia a amplios rangos de temperaturas, capacidad para recibir diferentes tipos de pavimento por su alta adherencia a los substratos. En cuanto a su aplicación, son indicadas para superficies de hormigón, metal, madera, terreno natural, fibrocemento, entre otros.
Si bien las normativas vigentes hablan de una duración sugerida de 5 años, por sus características físicas y realizando una oportuna mantención, la membrana asfáltica puede tener una vida útil mayor a 15 años.
Jorge Mondaca, KAM de Instaladores de Tep, comenta “en la actualidad se está comercializando una membrana asfáltica que tiene entre sus componentes un anti raíz, por lo tanto podemos generar superficies con impermeabilización y características para generar cubiertas verdes”.
Las empresas instaladoras tardan de 2 a 3 días en instalar e imprimar una superficie de 300 a 400 metros cuadrados, dependiendo de la cantidad de singularidades que posea. “Para la instalación se necesita un balón de gas, 10 metros de manguera, soplete y un cortante, más los implementos de seguridad para el instalador”, agrega Mondaca.
La membrana asfáltica viene en un formato de 1×10 metros. Por m2 se utiliza aproximadamente 1,2 m2, dependiendo de los traslapes y retornos que se requieran. Por lo cual se debe considerar un rendimiento de 90 m2/rollo.
Técnicas de Instalación
Preparación de la base: La superficie deberá estar completamente limpia, lisa y libre de agentes contaminantes, exenta de protuberancias, grietas o deformaciones. Para recibir la impermeabilización, los cantos, aristas y vértices deben estar redondeados o perfilados con un ángulo mínimo de 45°. Además, se deberá considerar una pendiente mínima de 1% (siendo el óptimo sobre el 3%) de tal forma que pueda escurrir el agua por la membrana.
Imprimación: Al estar preparada la superficie y libre de contaminantes, se aplica Tep Primer, imprimante asfáltico base solvente. Luego de que éste esté completamente seco se comienza con la instalación de las láminas asfálticas de impermeabilización.
Instalación: La membrana se aplica con un soplete, técnica conocida como termofusión, que derrite el asfalto de la membrana, adhiriéndola sobre la imprimación. Es recomendable instalar primero en los puntos singulares como desagües, retornos, elementos de fijación, jardineras, juntas de dilatación, etc. para luego comenzar el trabajo desde el punto más bajo de la pendiente. Hay que presentar la lámina sobre la superficie, alineándola y desenrollándola para trazar y estudiar los traslapos y retornos. Al finalizar este procedimiento, se realizan los traslapos y la fusión con calor de las membranas a la base.
Los traslapos deben ser de un mínimo de 10 cms soldados con soplete a gas, tanto en las uniones transversales como longitudinales, para obtener una membrana uniforme en todos los puntos.
Como ensayo de la impermeabilización ejecutada, se deberá ejecutar diques a modo de probar la hermeticidad del sistema por 72 horas. Pasado este tiempo se realiza una inspección visual para determinar si existen puntos con algún tipo de filtración. De haberlo, se deberá levantar la impermeabilización, para repetir el proceso o parchar los lugares que así lo requieran.
Estos son procedimientos básicos de instalación, indispensables para que el diseño de impermeabilizaciones sea adecuado y logre los objetivos requeridos.