La minería ha sido el motor del desarrollo económico de Chile en los últimos años.
Ha contribuido significativamente en el desarrollo productivo de las regiones del norte; cuenta con salarios que representan el doble del ingreso promedio nacional y la presencia femenina se ha incrementado desde 5,2% el 2007 a más de 7% en la actualidad. Asimismo, la subcontratación ha llegado al 70% de los empleos generados en el reciente periodo
Sin embargo, factores adversos nos han hecho perder parte de estas ventajas, como la caída en las leyes de los minerales, los altos costos de energía y la escasez de capital humano, por nombrar algunos. Por ello, mantener la competitividad minera significa también desarrollar nuevas tecnologías y dar un impulso al mercado de proveedores locales.
Frente a lo anterior, el Ministerio de Minería y el Gobierno trabajan intensamente con Corfo y Chile Valora en impulsar la colaboración público-privada, alianza que sin duda evitará la fragmentación de esfuerzos. En este sentido, espacios como los que ofrece Expomin y su Congreso Internacional «Sustentabilidad y Productividad, claves para la Minería Moderna», permiten coordinar y proyectar propuestas para alcanzar los resultados que la industria requiere.
Sabemos que en el desarrollo de los proyectos de inversión se requiere contar con proveedores que cumplan con los más altos estándares.
En este contexto, de las cerca de 6 mil empresas proveedoras, se calcula que alrededor del 10% tiene un alto potencial de internacionalización, y es por esa razón que hoy estamos impulsando, junto a ProChile, un fondo minero que permita apoyar la internacionalización de proveedores del sector, con el objetivo de llegar a exportar U$$ 10.000 millones en minería nacional a 2035.
Todavía nos queda mucho por hacer, más aun cuando el peso de la minería en nuestra economía nos obliga a mantenernos como el principal productor de cobre en el mundo.
( El Mercurio)