A cinco años del derrumbe de la mina San José: La historia de los 33 que marcó a Chile

El aniversario del derrumbe de la mina San José de este año será diferente. Y no sólo porque se cumplan cinco años, una cifra redonda que siempre adquiere mayor protagonismo. Sino porque Hollywood ha hecho coincidir la semana del estreno de su película «Los 33« con esta simbólica fecha.

Mario Sepúlveda: película 'Los 33' es

Mario Sepúlveda: película ‘Los 33’ es «muy parecida» a la realidad y «emociona mucho»

 

Quizás el lanzamiento del film sirva para recordar a los que fueron recibidos comohéroes nacionales después de 70 días atrapados bajo tierra. O quizás robe todas las miradas que hoy debieran estar sobre los 33 mineros que construyeron una historia seguida en directo por millones de personas.

Cuando la noticia llegó a las redacciones aquella tarde del jueves 5 de agosto de 2010, a nadie se le pasaba por la cabeza que llegaría a convertirse en una de las coberturas más mediáticas del año. 33 trabajadores de la compañía San Esteban Primera quedaron atrapados en la mina San José, un yacimiento de cobre y oro que ya había presentado problemas de seguridad en los últimos años.

Los servicios de rescate comenzaron esa misma noche y el entonces Presidente Sebastián Piñera, de viaje oficial por Ecuador y Colombia, aterrizó días desúés en el aeropuerto de Copiapó. Pese al nombre del campamento que se formó en las inmediaciones de la mina por parte de los familiares, pocas eran las esperanzas reales en esos días. ¿Qué posibilidad había de encontrarlos con vida?

 

Y si los temores no eran suficientes, el 7 de agosto, otro derrumbe tapó la llamada chimenea del refugio donde se deseaba, sin certeza en aquel momento, que estuvieran los mineros, bloqueando las labores de rescate en el ducto de ventilación. El propio exministro de Minería, Laurence Golborne, tenía que contener las lágrimas cuando informó de que se estaba «tratando de buscar otros mecanismos técnicos».

Los obstáculos aún no habían acabado. Una roca de 700.000 toneladas complicaría las labores, dándole otra vuelta de tuerca al conflicto de una historia que ya nacía con todos los elementos para un guión de cine.

‘ESTAMOS BIEN EN EL REFUGIO LOS 33’

17 días después del accidente, los acontecimientos viven su primer punto de giro. Una de las sondas rompe los 688 metros y accede al refugio donde se encontraban los mineros. El color rojo volvía a convertirse en símbolo nacional. La mancha colorada del tubo y el mensaje «Estamos bien en el refugio los 33» hicieron latir 16 millones de corazones.

 

La  sonda de 15 centímetros de diámetro se convierte en el cordón umbilical de los 33 con el mundo exterior. Una conexión con la vida, con el campamento y, más que nunca, con la ansiada esperanza. Por él bajaban alimentos, agua, medicinas, vacunas, cámaras, iluminación. Y por él subían vídeos donde los propios mineros mostraban sus condiciones de vida y enviaban mensajes a sus familiares que emocionaron al mundo entero.

El 22 de agosto, cuando se supo que los 33 estaban vivos, también un equipo multidisciplinar trabajó incansablemente para construir un exitoso plan de rescate, el que contó hasta con la ayuda de la misma NASA.

Bautizado como Operación San Lorenzo, por el patrón de los mineros, se perforó un tubo de 66 centímetros, por el que subiría alguna de las tres cápsulas Fénix que devolverían a la superficie a los mineros.

 

El 13 de octubre de 2010, en una retransmisión en directo durante 22 horas y media, más de mil millones de personas pudieron vivir la emoción de ver salir de las entrañas de la montaña a los 33 trabajadores que habían logrado sobrevivir encerrados durante 70 días.

Era el conmovedor titular con el que abrieron la mayoría de las portadas de los principales diarios internacionales. El cierre de una cobertura impactante que ningún periodista pudo imaginar aquel 5 de agosto.  Y el increíble final feliz para las familias afectadas.( 24hs )

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