Estamos en agosto, mes en que se celebra el día del minero y en que ha sido estrenada la película “Los 33”. Si bien la película refleja en parte lo sucedido, no deja de tener matices hollywoodenses. Lo importante es que retrata una epopeya de la que no existe un registro similar. Pero como sucede con las historias, no basta quedarse con el final feliz, sino debemos saber qué paso luego del rescate. Es sabido que la fiscalización en faenas era limitada y que las obligaciones no siempre se cumplían.
Por ello, al Reglamento de Seguridad Minera se le incorporó en el año 2013 un título XV sobre normas de seguridad minera aplicables a las faenas mineras, como una forma de prever situaciones como las ocurridas en la Mina San José. Sin embargo, aunque la intención es buena resulta insuficiente. En efecto, la fiscalización de las faenas corresponde al Servicio Nacional de Geología y Minería –sin perjuicio de las atribuciones que en materia ambiental corresponden a la Superintendencia del Medio Ambiente- pero, lamentablemente, en atención a las características geomorfológicas de nuestro país, la extensión del territorio y la existencia de minería artesanal, pequeña, media y grande no hacen posible que Sernageomin cumpla con esta fiscalización tal como quisiese puesto que existen limitaciones en cuanto a capital humano y financiamiento para ello, limitándose en ocasiones a revisar procesos de la gran y mediana minería.
Además, influye el hecho que los propios concesionarios mineros, en razón de los costos y otros aspectos de su interés y, al ver las dificultades de fiscalización, en ocasiones, no toman los resguardos necesarios de manera de cumplir a cabalidad con la normativa no sólo respecto de la seguridad sino también respecto a otras obligaciones que le son aplicables.
Así, aun cuando se busque prever situaciones como la ocurrida en la mina San José, no solo depende de la voluntad de la autoridad de turno lograr los resultados que nos permitieron contar la historia con un final feliz. No siempre contaremos con un equipo de rescate, las condiciones que favorecieron y un grupo de “viejos” que decidieron no dejarse morir. Prever hechos como el ocurrido depende también de todos los que se encuentran de manera directa o indirecta relacionados con la actividad minera, puesto que tal como buscan hacer valer sus derechos no deben olvidar que también tienen obligaciones, las que deben ser cumplidas de manera oportuna.
María Luisa Baltra
Abogada y académica de la Universidad Gabriela Mistral