En los cerros cercanos a Minera Centinela y luego de décadas de bonanza, descansa en silencio el mítico yacimiento de plata que permitió hace más de un siglo forjar el desarrollo de Antofagasta y de la comuna de Sierra Gorda.

 

La gran riqueza del desierto de Atacama no sólo está en los minerales que atesora en sus entrañas, sino también en las miles de historias que sus cerros guardan. Como la que relata el descubrimiento y auge de Caracoles, centenario mineral de plata que se emplaza en los cerros cercanos a Minera Centinela, el que luego de su bonanza y de ser llamado por algunos historiadores como “la California de Antofagasta”, hoy descansa como un gigante dormido cobijado por el sol y la soledad de la pampa.

De la mano de los vecinos de la localidad de Sierra Gorda, Minera Centinela ha realizado diversos proyectos para resguardar, conservar y rescatar la historia de Caracoles, junto a sus tradiciones y costumbres.

Claudio Echeverría, dirigente social y aficionado a la historia, explica “para nosotros es muy importante Caracoles. De ahí vienen nuestras familias, nuestros antepasados, los que trabajaron hasta que el cerro no dio más mineral. Y también porque gracias a Caracoles se pudo desarrollar Sierra Gorda, Baquedano y Antofagasta”.

Como lo relata Claudio Echeverría, el desarrollo de Caracoles también trajo consigo el impulso del poblado de Sierra Gorda, ya que se convirtió en el paso obligado de carretas, trabajadores e insumos para el yacimiento de plata. Entre otros apodos, la localidad fue conocida como “la parada de refresco” o como la “la ciudad del aire”, debido a la cantidad de personas que transitaban por el lugar.

Un yacimiento prodigioso

El mineral de Caracoles fue descubierto el 24 de marzo de 1870porJosé Díaz Gana (conocido como “Cangalla”), uno de los cateadores chilenos más reconocidos, quien desde Mejillones inició una expedición junto a cinco hombres que dieron con las serranías del futuro mineral.

Según diversos registros históricos se le denominó “Caracoles” producto de la gran cantidad de fósiles jurásicos que había en el lugar. Ya en 1885, se había convertido en un distrito minero que llegó a contar con más de 5 mil habitantes, en una zona en la que antes existía solo desierto. Fue un mineral muy importante para la minería de plata, por su alto nivel de producción y formación de sociedades anónimas.

Registró su mayor producción en 1873 para luego ir bajando paulatinamente hasta 1878, entre otras cosas, debido a la precaria tecnología utilizada, la lejanía de los puertos de exportación, el agotamiento de los minerales de alta ley y la especulación financiera.

Su riqueza se convirtió en un catalizador del avance definitivo de la población chilena hacia el norte.

Centinela y los proyectos patrimoniales

Como una forma de ir rescatando el patrimonio y la historia de Caracoles, Minera Centinela en conjunto con el municipio diseñó e instaló una infografía turística en uno de los miradores naturales del lugar, desde donde se puede contemplar la majestuosidad del desierto y una de las instalaciones de mayor relevancia patrimonial para la comunidad: el cementerio de Caracoles y el Mausoleo de Bomberos.

Otras de las actividades significativas de Minera Centinela, a través de la Gerencia de Sustentabilidad y Asuntos Públicos, son visitas guiadas de trabajadores y colaboradores al mineral, destinadas a generar conciencia en la compañía sobre el cuidado de este sitio histórico.

Además, año a año, se acompaña a la comunidad y al Cuerpo de Bomberos de Sierra Gorda en una de sus actividades más tradicionales, la romería a este centenario camposanto, con la finalidad de homenajear y recordar a los voluntarios caídos en el cumplimiento del deber, en el primer incendio ocurrido en 1874, que dejó graves daños en Caracoles.

Para el Gerente de Sustentabilidad y Asuntos Públicos de Minera Centinela, Cristián Puga, estas actividades son importantes para afianzar los lazos con la comunidad y acompañarlos en temas que ayudan a conservar sus costumbres y tradiciones. Por ello, el proyecto DMC también contempla aportar a la conservación de Caracoles. “Si bien el DMC considera el cambio del trazado del camino, esto beneficiará a la comunidad porque mejoraremos la conectividad vial a Caracoles con una nueva ruta de alto estándar en seguridad. Además, desarrollaremos una investigación aplicada en arqueología que será la base futura para recuperar todo el patrimonio que atesora este histórico mineral. Estos  proyectos son muy valorados por la comunidad y nuestros grupos de interés y sin duda rescatan la memoria de unos de los yacimientos mineros más importantes que ha tenido la región y el país”, precisó Cristián Puga.