La mina de sal donde se encuentra este parque de diversiones data del siglo XVII, cuando los Habsburgo dominaban la región y decidieron explotar las formaciones salinas que son comunes en esta región de Europa del este.
La producción decayó considerablemente después de la Primera Guerra Mundial en 1918 y cerró completamente en 1932. Sería recuperada por el gobierno en la Segunda Guerra Mundial como refugio antiaéreo para la población, en 1992 la abrieron al público como sitio turístico y ahora es un parque de diversiones, el más profundo del mundo.
En el lugar hay una rueda de la fortuna, un mini golf, un anfiteatro, boliche, mesas de billar y ping-pong, lanchas para navegar y un espacio para practicar deportes, todo esto a 120 metros de profundidad.
Entre otras amenidades que pueden encontrar en Salina Turda, específicamente en el exterior de la mina, es el museo, baños de sal, una alberca y un spa.