En las últimas décadas, el turismo se ha posicionado como una de las actividades económicas más relevantes de Chile. De hecho, según cifras del Servicio Nacional de Turismo, en 24 años el país ha logrado cuadruplicar el número de turistas extranjeros que eligen Chile como destino, superando los cuatro millones de personas por año. Estos visitantes generan ganancias para esta industria que alcanzan los 3 mil millones de dólares. No obstante, la necesidad de lograr un crecimiento sustentable y que integre a los diferentes actores dentro de la industria local, ha incentivado la creación de programas de asesorías y acompañamiento.
En este sentido, la carrera de Administración en Ecoturismo, perteneciente a la Facultad de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad Andrés Bello; encabezada por su director, Humberto Rivas, trabaja en un proyecto que tiene por objetivo articular el desarrollo sustentable del turismo entre tres comunas vecinas: Navidad, Litueche y La Estrella, ubicadas en la Región de O’Higgins.
Apoyo al turismo local
El proyecto es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad de la Región de O´Higgins y busca generar una oferta turística sustentable, que potencie las atracciones disponibles para el turista. «Estas tres comunas presentan una identidad y características que ofrecen un potencial para el turismo durante todo el año. Esto se debe a su ubicación geográfica, cercana al principal mercado emisor que es Santiago, pero también al gran compromiso rural que tienen las comunas de La Estrella y Litueche, las cuales hace varios años realizan muestras costumbristas exitosas. Por su parte, el borde costero ha mostrado un intenso crecimiento en localidades como La Boca y Matanzas», explicó Rivas.
De la misma forma, el director de Administración en Ecoturismo agregó que no obstante el desarrollo que cada año muestran estas comunas en materia turística, la zona aún ofrece un potencial para el desarrollo de actividades de aventura y ecoturismo, ya que posee un rico ecosistema. «Ejemplos de esto son los humedades y la desembocadura del río Rapel».
Estas condiciones hacen de la unión de estas comunas un candidato especial para la implementación de un modelo de ordenamiento turístico que incorpore las lecciones aprendidas en otros sectores del litoral central de Chile. «El objetivo es lograr sustentabilidad asegurando niveles de calidad y competitividad que aprovechen al máximo su potencial, y esto implica estimular el emprendimiento local y al mismo tiempo regular el crecimiento de las actividades turísticas en el territorio», señala el académico.
La iniciativa considera para el crecimiento sustentable de la industria turística local, la realización de asesorías profesionales en diferentes áreas estratégicas, tales como la calidad, la gestión, el desempeño ambiental y el desarrollo de productos turísticos. «Trabajamos con pequeñas empresas de alojamiento, restaurantes y de actividades deportivas. Se trata de emprendimientos turísticos familiares, con una oportunidad evidente para ampliar su oferta, generar mayor rentabilidad a su negocio, lograr un trabajo más asociativo e introducir innovaciones que les permita en conjunto conformar un destino más competitivo», agregó el académico.
Estas asesorías incluyeron talleres grupales y un intenso trabajo de asesoría individual en distintos ámbitos. Como primer paso, la UNAB implementó una serie de estudios -entre ellos un análisis de la demanda turística- con el fin de identificar la percepción del turista. En base a los resultados y en conjunto con los actores locales han trabajado en fortalecer la gestión sustentable de la actividad turística.
Hacia el desarrollo sustentable
Como parte de la asesoría ambiental, el Dr. Edmundo Muñoz, director de la Escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andrés Bello, con la ayuda de un grupo de alumnos de la carrera, trabajó con pequeños empresarios turísticos sobre aspectos tan relevantes como mecanismos sustentables para la disposición de residuos, el ahorro energético y el manejo eficiente de agua potable. «Como primer paso, realizamos un diagnóstico sobre las prácticas utilizadas en estos negocios, el cual se construye en base a visitas y salidas a terreno. Luego, en relación a los resultados de nuestras observaciones, comparamos la realidad de cada empresa con normas internacionales atingentes y, finalmente, generamos una serie de recomendaciones que tienen como objetivo alcanzar estándares que permitan obtener un sello de sustentabilidad», explicó el Dr. Edmundo Muñoz.
Subrayó que el trabajo realizado les permite también vislumbrar el efecto que ejerce la ubicación geográfica sobre la sustentabilidad de cada instalación turística. «Este es un aspecto que estamos estudiando por medio de metodologías de análisis de ciclo de vida».
Otro punto estratégico de intervención se dirige al desarrollo de productos. De esta forma, y bajo la dirección de la académica Maisa Prieto, se elaboró una propuesta de nuevos productos para el sector costero, la cual está siendo trabajada con emprendedores locales y que incorpora actividades como cabalgatas, observación de fauna y senderismo.
Finalmente, Humberto Rivas concluyó que los resultados de este proyecto han sido positivos. «Están demostrando que la introducción de innovaciones, que no implican un alto costo a las empresas, constituye un factor de competitividad para el futuro posicionamiento turístico de la región».( El Mercurio )