«El control de polvo es relevante para cualquier empresa que lo genere como consecuencia de su operación, porque tiene responsabilidad sobre los efectos negativos que produce su actividad sobre la comunidad de su entorno, los trabajadores y el medio ambiente, afirma Ramón Rada Jaman, director del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCH).
Agrega que no hay empresa minera o de otro sector que no reconozca dicha responsabilidad. «No obstante lo anterior, la existencia de una normativa ambiental de calidad del aire es argumento suficiente para sustentar cualquier programa de control de polvo, en especial, para aquellas empresas que mantienen compromisos en su resolución de calificación ambiental (RCA), la cual podría hasta ser revocada si se comprueban incumplimientos en esta materia».
-¿Cuáles son los principales beneficios que se logran con un efectivo control de polvo en faenas? ¿Qué ahorros se logran con un buen manejo de este problema?
«El principal beneficio de un programa de control de polvo es lograr un ambiente limpio y libre de agentes contaminantes. Este beneficio permite la convivencia armónica y sustentable con los stakeholder del proyecto. Los ahorros que se pueden lograr dependen de la industria, los que generalmente van asociados con positivos incrementos en la productividad, que se traducen en mayor seguridad, mejor visibilidad, ahorro de recursos como agua, neumáticos OTR, diésel, entre otros».
-¿Cuáles son las áreas de las industrias más críticas en este ámbito?
«Las empresas que levantan sus inventarios de polvo logran entender y medir el impacto de su operación. Su plan de acción es más eficiente porque saben dónde intervenir, lo que es sumamente importante, ya que el polvo, con su carácter furtivo, se encuentra en todos los procesos de la cadena de valor productiva. En la industria minera está presente desde el movimiento de tierra, perforación, tronadura, caminos de producción, caminos de acceso industrial, carguío, botaderos, chancado, correas transportadoras, tranques de relave, pilas de acopio, operación en puerto, etc. En promedio el 70% del polvo proviene de los caminos de producción, siendo estos los de mayor incidencia en la productividad de la mina por este efecto».
-¿En qué nivel se encuentra actualmente Chile en la introducción de nuevas tecnologías en control de polvo en faenas?
«El problema en Chile no es de introducción o acceso a nuevas tecnologías; el problema es erradicar las antiguas y tradicionales prácticas, que son más comunes de lo que se cree. Principalmente me refiero a regar los caminos solo con agua, usando un recurso escaso, con altas tasas de evaporación en el norte, o estabilizar con productos de riesgo para la operación, altamente corrosivos o que se tornan resbaladizos ante la presencia de agua. En otros países hay productos prohibidos por su negativo impacto».
-¿Hacia dónde van las tendencias mundiales en tecnologías y exigencias en control de polvo en faenas?
«La tendencia va hacia intervenir todas las fuentes de generación: en caminos de producción y acceso industrial, estabilización y sello de carpetas de rodado con productos bituminosos; en infraestructura productiva, sistemas de supresión, encapsulamiento y espumantes en correas y chancadores; en cañones nebulizadores en túneles y pilas; sello de laderas, pretiles y humectación de zonas de carguío; en cortinas de nebulización en portales de ventilación y chimeneas, y en soluciones poliméricas y de biocementación en zonas sin tracción. Para cada desafío, hay solución. En el IIMCH estamos permanentemente monitoreando estos desafíos y condiciones, trabajando con los socios y acompañando procesos que buscan las mejores prácticas nacionales e internacionales».
-¿Se encuentra la normativa chilena actualizada respecto de las actuales exigencias a nivel mundial?
«Radicalmente no. La legislación en Chile respecto al material particulado no está a la vanguardia en la materia ya que se centra en la calidad del aire sobre niveles máximos de saturación. No regula la generación de polvo, ni tampoco define estándares diferenciados para cada industria. Tampoco considera incentivos ni premios a quienes invierten en mejores prácticas y resuelven el problema».
-¿De qué manera la disminución del precio del cobre y la baja en las inversiones mineras han incidido en el mercado de las soluciones de control de polvo? ¿Cómo se vislumbran los próximos años?
«El problema no es de precio, sino de costo de producción. Nos acostumbramos a operar con precios altos y a no eliminar las ineficiencias producidas por un afán centrado en la producción. Personalmente soy optimista y creo que el escenario de precios mejorará durante 2017. China no ha bajado sus niveles de consumo de cobre y me inclino porque este es un escenario de precios bajos especulativo donde la racionalidad de los agentes económicos sucumbió ante la fuerte influencia financiero bursátil asociada a la desvalorización de activos de las grandes mineras, determinando el fenómeno de la profecía autocumplida».
Medición de desempeño
Señala Ramón Rada que «lo importante en materia de control de polvo es definir indicadores de desempeño (KPI – Key Performance Indicator) que permitan medir el cumplimiento. Ideal es promover servicios integrales que se responsabilizan por un desempeño y nivel de cumplimiento, no por la venta de un producto «x» o «y», sino que por la eficiencia del servicio.( El Mercurio )