Pedro Bugueño Domínguez trabajó como guardahilos en el lugar y tuvo que cuidar las dependencias de las empresas en el ocaso del campamento minero hasta 1960.
En Copiapó falleció Pedro Bugueño Domínguez, el último habitante en dejar el Mineral de Chañarcillo luego del cierre de la mina y el retiro de la gente del pueblo Juan Godoy.
Con 89 años el retirado guardahilos de la Empresa de Correos y Telecomunicaciones ligó su historia familiar al yacimiento, compartiendo un legado imborrable junto a esposa Ana Luisa Oyola.
Chañarcillo
Pedro Bugueño nació en 1926 en el mineral de Puquios y vivió gran parte de su vida en Freirina, donde aprendió el mismo oficio que su padre, guardahilos, el cual realizó hasta su retiro laboral.
Corría el año 1948 y por la muerte de su progenitor tuvo que hacerse cargo de sus ocho hermanos y trabajar para la Empresa de Correos y Telecomunicaciones pese a que no le gustaba. Fue designado a la oficina del mineral debido a su buen desempeño y ahí finalmente hizo su familia y armó una historia que lo ligará por siempre al lugar.
«A los 20 años mi papito se hizo cargo de la familia y fue trasladado al mineral de Chañarcillo donde fue haciendo sus trabajos como guardahilos y donde más tarde por el término del yacimiento la gente se retiró del lugar, quedando él solo como cuidador de las empresas que estaban», contó Adriana Bugueño, hija de pedro.
La labor del guardahilos consistía reparar los cables que se usaban para la comunicación de la época, entonces debía recorrer las líneas desde Chañarcillo a Canto del Agua y después a Copiapó durante cuatro días a caballo.
Sobre las complicaciones de la época, su señora Ana Luisa Oyola resaltó que debía ir a tener a sus hijos a Copiapó por comodidad y esperar a bautizarlos para llevarlos al pueblo, esto también por los mitos de la presencia de duendes en el lugar.
En los años 50′ comenzó el éxodo de personas y con ello también el cierre de las empresas que aún funcionaban en el lugar, además sus hijos ya estaban en edad de entrar al colegio, por lo que en 1960 tuvo que salir del campamento.
«Yo tenía cinco años cuando nos vinimos de Chañarcillo, fuimos los últimos. A mi mamá la trajeron unos vehículos y quedamos nosotros con mi papá durmiendo abajo de una mesa», comentó Eduardo Bugueño, hijo del guardahilos.
Sobre cómo vivió Pedro sus últimos días los hijos recordaban que a él le gustaba cuidar el lugar y resguardar las antigüedades que iban a robar. En ese tiempo tuvo alrededor de 200 ovejas para vender y alimentarse.
Recuerdos
Pedro Bugueño Oyola, recordó que su padre siempre contaba lo importante que era para él el mineral y el significado que tiene Chañarcillo para la familia. «Mi abuelito está sepultado ahí, mi abuelita igual, además también nuestros bisabuelos están en el cementerio antiguo. De la parte Oyola están casi desde que empezó el mineral de Chañarcillo».
«Allá corrió la onza y una moneda chilena igual a la de 10 pesos. Había monedas de plata de todo el mundo, nos contaba de lo hermoso que era el cementerio antes que lo saquearan. Nosotros después vimos gente entrando y quemando tumbas», destacó Pedro Bugueño hijo.
Para el ex funcionario de correos el haberse ido del lugar dejó pie libre a que fueran a robar. Al tiempo después volvió la familia Arqueros a la zona pero estuvieron un tiempo y partieron.
Una de las anécdotas que recuerdan, tiene relación con que la gente enterraba su plata debido la baja confianza que había en los bancos, razón por la cual en alguna oportunidad haciendo un hoyo encontraron ahorros de personas.
Solidario
Para Adriana Bugueño uno de los puntos más altos que destacar de su padre era las ganas de ayudar siempre. «Era muy amable y amistoso, con la mano abierta para ayudar. El pituquito le decían porque andaba siempre elegante, él no podía salir sin su corbata y su humita».
Sobre los pasatiempos preferidos destacaron que le gustaba escribir poesías, cantar, lee y tocar acordeón. En los años 60′ participó del coro Atacama como cuarta voz.
«Le gustaba visitar a todos sus familiares y apoyar a todos, él armaba las fiestas y los llamaba para decir que había que comprar. Le gustaba tener a todos cerca y somos una familia numerosa», dijo Pedro Bugueño hijo.
El legado familiar que dejó fueron seis hijos, de los cuales cinco están vivos, además de 10 nietos, 13 bisnietos y una tataranieta. «Con la familia era muy protector y estricto, su único defecto era lo machista y celoso, cuidaba mucho a mi mamá siempre con quien estuvo 65 años casado», dijo Adriana Bugueño.
Eduardo Bugueño resaltó que uno de los grandes sueños que le quedó pendiente a su padre fue trabajar la minería, ya que tiene una pique que lo trató de operar con alrededor de 30 pirquineros pero nunca pudo dedicarle todo el tiempo.
«Cuando en los fines de semana lo llevaban a la mina Santa Teresa, que se encuentra en la sierra chañaracillito, él llegaba renovado. Siempre le gustó el asunto de la minas, el cambiaba y le volvía la vida ver eso. Se rejuvenecía, ese yo creo era su mayor anhelo, el trabajar la mina que le regalo mi abuelo a él», dijo Eduardo Bugueño.
Luego de salir de Chañarcillo trabajó en Correos de Chile, donde su hijo Raúl Bugueño sigue su legado.
Al momento de ser trasladado al cementerio Parque del Recuerdo la carroza pasó frente a las oficinas de Correos de Chile en calle Colipí, donde se le rindió homenaje lanzando cartas y siguiendo el trayecto en bicicleta por parte de los actuales funcionarios.
«Yo tenía cinco años cuando nos vinimos de Chañarcillo, fuimos los últimos. A mi mamá la trajeron unos vehículos y quedamos nosotros con mi papá durmiendo abajo de una mesa».
Eduardo Bugueño Oyola, Hijo
«Mi abuelito está sepultado ahí, mi abuelita igual, además también nuestros bisabuelos están en el cementerio antiguo. De la parte Oyola están casi desde que empezó el mineral de Chañaracillo».
Pedro Bugueño Oyola, hijo
MINERAL DE CHAÑARCILLO
Operatividad El mineral de Chañarcillo fue descubierto en 1832 por Juan Godoy y dejó de funcionar en 1875.
Extracción Era un yacimiento de plata ubicado al sur de Copiapó al cual se le atribuye la riqueza obtenida por Chile en el Siglo XIX.
Hito El mineral de Chañarcillo fue uno de los grandes responsables en que llegara el ferrocarril al país.
Ruinas Hoy el lugar se encuentra abandonado y los sitios de interés histórico han sido saqueados.
«Era muy amable y amistoso, con la mano abierta para ayudar. El pituquito le decían porque andaba siempre elegante, él no podía salir sin su corbata y su humita».
Adriana Bugueño Oyola, Hija
1.948 llegóal mineral de Chañarcillo a trabajar como reemplazo de su padre en la Empresa de Correos y Telecomunicaciones.
89 añostenía Pedro Bugueño Domínguez al momento de fallecer esta semana.( El Diario de Atacama)