Los especialistas destacan la importancia de que los trabajadores cumplan con capacitaciones para actualizarse en las innovaciones de los equipos, además de pasar por exámenes físicos, psicológicos y sensotécnicos.
La maquinaria pesada es un elemento importante en los procesos productivos de distintas actividades económicas del país como lo son la minería, la construcción, la agricultura e industria forestal. Por eso es de suma importancia saber utilizarla de manera segura. A esto se suma que si se producen accidentes en este sector, no son de menor gravedad, sino todo lo contrario; la mayoría puede resultar en una incapacidad permanente o una fatalidad, dice Patricia Tello, docente del área de procesos industriales de Inacap Antofagasta.
«Gran parte de los accidentes que se producen con equipos pesados es por la falta de experiencia y conocimiento del operador; también por caídas de altura, vuelcos de contenedores de carga, colisiones, y el desplazamiento de equipos por condiciones de suelo», dice Tello.
El desconocimiento de los operarios indica la importancia de contar con completos programas de capacitación que enseñen a operar los equipos y que den pistas acerca de reglas centrales para no sufrir accidentes. «A través de las capacitaciones, deben de tener varios conceptos claros, por ejemplo que está prohibido saltar de los equipos, que deben utilizar métodos definidos para bajar y subir de estos equipos, que deben de mantener la máquina limpia de grasa o aceite, y ajustar los cinturones de seguridad y el asiento», dice Tello. Además, las capacitaciones son fundamentales para actualizarse en las nuevas tecnologías de la maquinaria, agrega la docente de Inacap. «Hoy en día, la ingeniería en este campo ha avanzado tanto que los equipos pronto quedan obsoletos. Esta innovación obliga que ellos estén en una permanente capacitación y entrenamiento».
Antes de incorporarse a una faena como operadores de maquinaria de alta carga, los trabajadores deben de ser sometidos a tres tipos de evaluaciones: psicológicas, médicas y sensotécnicas, explica Omar Jerez, jefe de carrera de Prevención de Riesgos del CFT Santo Tomás San Joaquín. «Las psicológicas miden rasgos de personalidad, sus fortalezas y debilidades, si se adaptan socialmente y si cumplen con un perfil laboral para un ambiente de trabajo exigente y agotador», explica Jerez. En tanto, los exámenes médicos miden las condiciones físicas que deben poseer los operarios, agrega Jerez. Estos incluyen un hemograma completo, perfil lipídico, glicemia, presión arterial, radiografía de tórax, electrocardiograma, espirometría, y test de drogas. Finalmente, los test sensotécnicos miden la agudeza visual, la audición y la capacidad de actuación en un perímetro definido.
Destrezas y habilidades
Además de contar con la licencia municipal, un curso de maquinaria pesada brindado por una OTEC o algún instituto profesional, los operarios de maquinaria pesada deben obtener una licencia interna en cada faena que trabajen, explica Jerez. «Cada faena tiene su licencia y no permite utilizarse en otro lugar. Así, las empresas se aseguran de que el postulante va a trabajar bajos sus estándares». Esta licencia se obtiene a través de un curso o capacitación interna, el cual tienen solo tres oportunidades para operar.
También, los operarios de maquinaria pesada tienen que manejar ciertas competencias blandas y duras, explica Tello. Las segundas incluyen tener conocimiento del equipo, sus actualizaciones y su funcionamiento, obtener las licencias de faena y saber cómo utilizar los elementos de protección. «Las blandas tienen que ver con que sea una persona responsable, limpia y ordenada, comprometida con su trabajo. Hoy en día se ha avanzado bastante en la seguridad, los operarios sí se preocupan y saben que el equipo es parte de ellos, es su fuente laboral», dice Tello.
En ese sentido, una de las reglas de oro que demuestra el compromiso del operario, es el conocido «checklist» o lista de verificación, complementa Jerez. Las personas tienen la obligación de chequear el vehículo al comienzo y término de la jornada, desde la bocina, hasta los últimos niveles de aceites.
«Otra regla de oro para los operarios es respetar las señalizaciones al interior de la faena para evitar las colusiones, mantener la distancia y respetar las velocidades indicadas. Ellos saben que deben disminuir la velocidad al llegar a los cruces y que queda estrictamente prohibido adelantar un vehículo a menos que esté en reposo», dice Jerez.( El Mercurio )