Emprendimientos y ahorros son la salvación de mineros cesantes

trabajadoresDespués de perder sus trabajos o abandonar la industria, profesionales, técnicos y obreros optaron por emprender para mejorar su situación, a la espera de un repunte en la actividad.

Los turnos eran extensos (15×15) y además debía dejar a su novia e hija de pocos meses en Talcahuano para internarse en el inhóspito y sofocante desierto, pero aceptó, pues quería convertirse en un pilar económico para su familia.

Por esta razón, Marcos Vega decidió tomar el puesto que unos amigos le consiguieron en una faena en Calama, esto, a finales del año 2014.

«No tenía mucha experiencia soldando, pero para ser un principiante ganaba como $900.000 y con eso mantenía a mi familia. Muchos trabajadores estaban en la misma situación, y nadie imaginó que sólo serían tres o cuatro meses en ese trabajo, pues ya la famosa crisis estaba a la vuelta de la esquina», recuerda Vega.

En efecto, ya en el otoño del 2015 fue notificado, junto a trece trabajadores más, que serían finiquitados por «necesidades de la empresa».

«Ahora me mantengo trabajando como copero en un pub. Pero gano muy poco en comparación a los meses en que fui soldador. Espero que todo mejore pronto. Tengo que ayudar a mi pequeña», relata.

Desempleo

El caso de Marcos Vega grafica en parte lo que actualmente viven cerca de 23 mil personas desempleadas en la región, muchas de las cuales fueron desvinculadas de la minería.

Algunos decidieron emprender, otros hicieron las maletas para emigrar y, un porcentaje menor, decidió emplearse en lugares donde si bien la remuneración es inferior a la que percibían cuando trabajaban en minería, les proporciona algo de estabilidad.

Geólogo

El geólogo Pedro Garmendia a lo largo de su vida trabajó en diferentes proyectos mineros en Chile y el extranjero.

Sin embargo, vislumbrando la crisis en el área cuprífera, y a la vez para obtener su independencia económica, un día decidió reconvertirse e invertir sus ahorros en la construcción del hotel boutique «Barrio 14».

«La idea principal era tener más tiempo para estar junto a mis hijos, a mi familia. Por eso me embarqué en este proyecto, en el cual tuve el apoyo de Corfo y Sercotec», explica.

El ahora empresario hotelero aconseja a quienes tomen el rumbo del emprendimiento para enfrentar la cesantía o independizarse económicamente, no arriesgar el capital en un área que no sea de su completo dominio.

«No estamos en tiempos de tomar riesgos. En mi caso, mi familia había tenido hoteles, así que algo sabía de ese rubro. Pero lo ideal es saber en qué se esta arriesgando uno. Si fuiste operador de palas y te metes con el manejo de un pub, puede que te vaya mal», afirma.

Garmendia dijo tener amigos geólogos e ingenieros, que de pronto quedaron sin trabajo por la crisis minera.

«Algunos compraron transportes y pusieron una flota de taxis, otros prestan asesorías al área minera, pero todos tratan de alguna manera de no desligarse de lo que saben. Eso es muy importante a la hora de emprender», insiste.

Según datos del Instituto de Políticas Públicas de la UCN, el 14% de la población está empleada en una empresa minera y el 37% tiene un familiar en esa condición.

«No estamos en tiempos de tomar riesgos. Yo aconsejaría a quienes quieran emprender en cualquier negocio que lo hagan en un área que sea netamente de su conocimiento».

Pedro Garmendia, empresario hotelero»( El Mercurio de Calama)

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