A 72 años del fatídico accidente: Recordaron a los 355 mineros que fallecieron en la Tragedia del Humo

Familiares de las víctimas, ejecutivos y dirigentes de El Teniente, participaron en la ceremonia de conmemoración que se realizó ayer en el Cementerio Nº 2.

Han pasado 72 años, pero el fatídico accidente que ocurrió en la Mina El Teniente –el 19 de junio de 1945- y los 355 mineros que fallecieron en él, no se olvidan. Y es positivo que así sea, porque cada año, al recordar a las víctimas de la llamada Tragedia del Humo se resalta también la importancia del tema de la seguridad en las faenas.

La ceremonia de conmemoración de un nuevo aniversario de la tragedia se realizó ayer, a las 11 horas, en el Cementerio Nº 2, donde están los restos de la mayoría de los mineros fallecidos en uno de los mayores accidentes ocurridos en la minería mundial. En el lugar se reunieron familiares de las víctimas, ejecutivos y dirigentes de El Teniente, trabajadores y ex mineros. El acto de recuerdo fue organizado por la División El Teniente y el Sindicato Sewell y Mina Unificado Teniente; destacando la asistencia de doña Alicia Reyes, una de las viudas sobrevivientes.

En la oportunidad intervino José Marín, representante de la Agrupación de Viudas Tragedia del Humo y de familiares de los mineros fallecidos, el cual entregó su testimonio de lo que fue crecer sin padre. A la vez, agradeció a El Teniente y al Sindicato Sewell y Mina Unificado por mantener vivo el recuerdo de los 355 trabajadores que perdieron la vida en la mina.

En representación del Sindicato Unificado Teniente habló el dirigente Jorge Olguín, quien expresó que se debe evocar el recuerdo del sacrificio de los 355 mineros y llevarlo al presente. De esa forma se refirió al conflicto que existe en este momento entre Codelco y la Contraloría. Olguín expresó su rechazo a los cuestionamientos a los planes de egreso y a los convenios colectivos de los trabajadores de Codelco. El dirigente afirmó que el trabajo del minero es de mucho esfuerzo.

Intervino después el gerente general de la División, André Sougarret, quien en parte de su mensaje subrayó la importancia del “trabajo seguro” y del “trabajar en seguridad; que la gente vuelva todos los días a su casa es una tarea noble. Para mí es importante trabajar en eso, en que no efectivamente hayan más familias afectadas por alguna tragedia minera”. Asimismo, expresó su solidaridad “con las familias que hoy están viviendo un momento muy angustioso en Chile Chico. Hay dos trabajadores que no sabemos cuál es su destino, probablemente no sea el mejor. Las condiciones en las cuales estaban trabajando y lo que sucedió en esa mina probablemente no van a ser buenas noticias. La verdad es que eso que sucede allí y que hoy nosotros tratamos día a día que no vuelva a suceder, debemos extenderlo al resto de la industria minera. Es una tarea difícil”. Al finalizar su discurso reiteró la importancia de la seguridad y de que “nos cuidemos todos”.

En seguida, el sacerdote Gyacomo Valenza realizó un responso en recuerdo de las víctimas de la Tragedia del Humo, a quien llamó “mártires del trabajo”.

La ceremonia finalizó con la colocación de ofrendas florales en recuerdo de los mineros fallecidos.

CAUSAS DE LA TRAGEDIA

La Tragedia del Humo ocurrió debido a las emanaciones de monóxido de carbono producidas por el incendio de una fragua ubicada en uno de los portales de acceso a la mina, en el nivel Teniente 1. Este humo se propagó al interior de la mina, debido a las malas condiciones de ventilación existentes en esa época en El Teniente, asfixiando a 355 mineros. La mayor parte de los muertos se encontró en socavones y piques que se llenaron de monóxido de carbono.

Las labores de rescate de las víctimas se prolongaron por tres días.

Alicia Reyes, viuda de minero fallecido en la tragedia: “Siempre lo he extrañado”

Alicia Reyes es una de las dos viudas sobrevivientes. Recordó que cuando falleció su esposo, el minero Pedro Miranda Valenzuela, ella tenía solo 17 años. “Me casé de 15 años. El matrimonio fue en Machalí. Allí conocí a Pedro, era de la conocida familia Miranda, del barrio en que yo vivía”.

Agregó: “Mi papá y mi mamá habían fallecido. Yo era menor de edad, pero un amigo de mi esposo, que estaba terminando Leyes, nos ayudó a realizar los trámites y así nos pudimos casar. Fue una gran pena que ese matrimonio duró tan poquito; perdí a mi esposo y siempre lo he extrañado”.

Indicó que tras su muerte sufrió mucho. El tiempo fue suavizando la tristeza, tuvo un hijo y rearmó su vida. Pero aún recuerda a Pedro Miranda y cada año acude a la ceremonia en que se conmemora la tragedia.

José Marín, hijo de uno de los mineros fallecidos: “No tuve la dicha de decir papá”

José Marín, representante de la Agrupación de Viudas Tragedia del Humo y de familiares de los mineros fallecidos, señaló que en el fatídico accidente murió su padre Manuel Antonio Marín Avilés.

“Yo tenía dos años de edad cuando se fue mi papito. Mi madre María Tapia Caro quedó viuda con cinco hijos. Unos tíos ofrecieron criar a os hermanos, así es que quedamos tres con mi mami, que hace ocho años se fue de mi lado”.

Manifestó que crecer sin padre “fue doloroso. No tuve la dicha de decir papá, mi vida no sabe lo que es un padre. Cuando estuve mayor tuve que empezar a trabajar para ayudar a mi mamá”.

Sobre su vida en la población Fundación O’Higgins –que se construyó para las viudas y sus hijos- señaló que “éramos como una gran familia, desde chicos nos empezamos a conocer y las mamás eran muy cariñosas. Tengo buenos recuerdos”.

Añadió: “Ahora nos quedan dos viudas, la señora Alicia Reyes y la señora Marina de Palma. Los hijos queremos seguir manteniendo vivo el recuerdo de los mineros que fallecieron en la Tragedia del Humo”.

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