Tres años atrás asumimos un gran desafío: retomar el rol histórico de la ENAP en el desarrollo energético de Chile y hoy culminamos la primera etapa de este proceso. La instauración del Gobierno Corporativo nos permitirá fijar una mirada a largo plazo, independizarnos del ciclo político y profesionalizar la conformación del directorio.
Nuestro primer paso fue estabilizar financieramente a la compañía, donde logramos retomar un ritmo de inversión saludable, terminando el 2016 con un EBITDA por sobre los US$ 600 millones y con un patrimonio de US$ 807 millones. Seguimos con el desarrollo de proyectos estratégicos, logramos inyectar el primer mega watt geotérmico en Sudamérica, desarrollar hidrocarburos no convencionales en Magallanes, la producción récord de nuestras refinerías y el envío de gas a Argentina.
Hoy buscamos resguardar la función pública de ENAP y asegurar una gestión eficiente, sin comprometer el patrimonio de la compañía. Entendemos que el desarrollo tecnológico y la globalización presentan nuevos desafíos para las empresas, obligándolas a ser más competitivas y transparentes, en un contexto de efervescencia social -con ciudadanos cada vez más empoderados. Creemos firmemente que los directores se deben a los intereses de la nación y sus ciudadanos, y un buen gobierno corporativo es el que otorga garantías de independencia, continuidad y cuidado de los intereses ciudadanos.
Se trata de crear una nueva cultura corporativa, que guíe el comportamiento de todos los miembros de la compañía y vele por el cumplimiento de los objetivos estratégicos, con una mirada sustentable y con transparencia, estableciendo límites claros para nuestro actuar.
Hoy comienza la ENAP del futuro, con un Gobierno Corporativo acorde a las exigencias de una gestión moderna y altos estándares internacionales. Se mantiene la fiscalización que corresponde a una empresa pública en el control de legalidad y probidad de sus actos, y se agregan las exigencias que la Superintendencia de Valores y Seguros impone a las sociedades anónimas.
Adicionalmente, el nuevo Gobierno Corporativo incluirá una capitalización de US$ 400 millones que restituirá -en parte- la pérdida que sufrió ENAP en 2008, cuando debió salir al rescate del mercado eléctrico durante la crisis del gas argentino. Esto nos permitirá proyectar a la ENAP como una empresa estable al servicio del país y como una articuladora relevante de soluciones energéticas.
Trabajaremos día a día por rentabilizar la empresa de todos los chilenos. Buscaremos consolidar lo avanzado y, a la vez, movilizarnos rápida y eficientemente, hacia donde queremos ir en nuestras áreas de negocio. Queremos agregar valor a nuestros activos y establecer ventajas competitivas para hacer sostenible la ENAP del futuro, con buenos resultados y nuevos proyectos.
Los altos estándares de Gobierno Corporativo son esenciales para la atracción y retención de inversionistas en los mercados globalizados. Hoy aspiramos a “hacerlo bien” y “hacer bien”, buscando crear un ambiente que no solo promueva la inversión, sino que también la confianza en que la ENAP, la empresa de todos los chilenos, beneficiará a toda la sociedad.
( La Tercera )