Hemos escuchado y leído insistentemente que al litio sí que hay que sacarle valor agregado, no como al cobre, el que vendimos casi en bruto, sin procesar.
Ello sugiere que se identifica el alto valor agregado con procesos de manufactura, de bienes físicos tecnológicos. Pero la definición de valor agregado generado por una industria o por una empresa es, aproximadamente, igual a sus utilidades más el costo laboral. Es decir, no distingue entre manufactura, multitiendas, empresas de software , de alimentos, de servicios, culturales, comunicaciones, mineras o petroleras.
Buscar innovar en áreas de alta tecnología, como fabricar cátodos de litio para baterías, es una estrategia correcta, que siguieron los países desarrollados hace décadas, pero ello tiene que ver con la necesidad de diversificación y sofisticación de la matriz productiva, cultural y social del país, y no con el valor agregado.
( El Mercurio)