Los precios del cobre subían este lunes y se consolidaban sobre la barrera de los US$3 libra tras favorables datos de producción industrial en China y luego que se informara que pese a que la economía de ese país creció menos de lo esperado el tercer trimestre, se aceleró respecto al trimestre previo.
La cotización al contado del metal cerró con un avance de 0,4% a US$3,064 en la Bolsa de Metales de Londres, mientras los futuros a 3 meses ganaban 1,12% a US$3,1020 la libra.
La Oficina Nacional de Estadísticas informó que el Producto Interno Bruto (PIB) de China registró un aumento de 4,9% el periodo julio-septiembre, cifra que, si bien, fue menor al 5,2% que esperada el mercado, marcó una aceleración frente al incremento de 3,2% anotado el segundo trimestre, confirmando las señales de recuperación en la actividad del mayor consumidor mundial de metales.
El optimismo fue respaldado por cifras que mostraron que la producción industrial en la nación asiática subió 6,9% en septiembre respecto al año anterior, superando el 5,8% previsto por los analistas y completando seis meses consecutivos de expansiones.
Apoyo fiscal
“Los datos de actividad económica de septiembre muestran que la recuperación se ha vuelto más equilibrada y de base amplia, a medida que la demanda del sector privado está ganando impulso. Los últimos datos confirman que la recuperación de China sigue por buen camino”, dijo David Meier, economista del banco suizo Julius Baer.
“Esperamos que las autoridades mantengan su postura de flexibilización amplia a pesar de que la demanda del sector privado está ganando impulso, ya que la restauración del consumo y la inversión privados sigue siendo crítica. El apoyo fiscal continuará como lo indicó el gobierno, mientras que el fuerte crecimiento del crédito sugiere que no es necesario aflojar más la política monetaria”, añadió.
Acuerdo en EEUU
Los precios también eran apoyados por el positivo ánimo de los inversionistas ante las señales de avances para un acuerdo que permita implementar un nuevo plan de estímulo fiscal en Estados Unidos, lo que impulsaba a las bolsas y generaba un descenso del dólar a nivel global.
Un precio del dólar más bajo suele elevar los precios de las materias primas que se transan en dicha moneda, ya que hace más barato su costo de compra, fomentando la demanda.