La constante inyección de estímulos fiscales a nivel mundial, la alta demanda que ha presentado China, la que, al contrario de lo esperado, no se ha visto dañada por la pandemia, y los avances en los procesos de inmunización, son los principales fundamentos que explican el rally alcista que ha presentado el precio del cobre durante el último tiempo. Es más, estos factores están empujando al metal rojo a máximos que no se veían desde hace más de ocho años.
El principal producto de exportación de nuestro país cerró este miércoles en la Bolsa de Metales de Londres con un salto de 1,63%, alcanzando los US$3,75552 la libra, el valor más alto desde el 5 de octubre del 2012, cuando se cotizó en US$3,76436.
Así, los expertos indican que el cobre registra uno de los repuntes más largos de su historia. Se trata de un incremento que se ha mantenido por diez meses consecutivos -según consignó Bloomberg-, algo que estaba fuera de todas las estimaciones de los analistas.
En efecto, para Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, el comportamiento que ha presentado el cobre es bastante sorpresivo.
“Desde el año 2012 la industria minera y de commodities venía enfrentando tiempos muy difíciles, de bajos precios, costos muy altos y márgenes ajustados”, dijo. Pero lo que hemos visto durante los últimos meses, y bien paradojalmente, es todo lo contrario, porque alguien podría haber imaginado que la pandemia habría tenido un impacto negativo”, indicó.
Dada esta situación, es que Gustavo Lagos, profesor del departamento de Ingeniería en Minería de la Universidad Católica, anticipó un provechoso futuro para el metal rojo, puesto que “es posible que el cobre llegue a los US$4 este año, no sé por cuánto tiempo, pero la verdad es que con los inventarios ajustados que vemos actualmente esto es muy posible, porque la demanda está muy fuerte, y va a aumentar”.
De hecho, si bien los entendidos en la materia afirman que hubo una disminución en las cantidades de producción del metal, la demanda logró adaptarse a las adversidades que trajo consigo la pandemia.
Punto al que se refirió Guajardo, quien sostuvo que “la expectativa es que la demanda se mantendrá constante, es decir, que China – uno de los mayores compradores de materias primas a nivel mundial- continuará creciendo fuertemente”.
En esa línea agregó que “se espera que haya una recuperación en el resto del mundo cuando la pandemia termine, y como estamos prontos a comenzar eso con la vacunación, lo que significará una expectativa de una demanda alta y sincronizada en prácticamente todos los países consumidores del mundo”.
Otros factores que inciden en el precio del cobre
El escenario económico actual presenta varios componentes que convergen y que permiten que el metal eleve su tasación en el mercado global. En términos financieros, la llegada del Covid-19 provocó el impulso de estímulos monetarios de dimensiones inéditas, lo que para el representante de Plusmining, tiene efectos macroeconómicos muy favorables para las materias primas.
“El primero es que existe una perspectiva de alta inflación, de hecho, los datos de China revelan que estamos ante una alta tasa inflacionaria debido a la pandemia. Esto es compatible con los precios altos de las materias primas porque, a diferencia de otros activos, ellas son bienes tangibles”, aseveró.
“Por lo tanto, los inversionistas consideran que los metales son una mejor vía para preservar el valor. Esto provoca que la demanda de commodities se incline a ser más alta y se refuerza su tendencia al alza”, explicó.
Bajo ese contexto es que los economistas están atentos a la conclusión del debate que se ha dado en Estados Unidos, a propósito del plan de estímulo de US$1,9 billones propuesto por el Presidente Joe Biden. Esto pues, el proyecto propone una importante inyección de capital, lo que fomentaría el crecimiento económico y alimentaría la inflación.
Tema que fue abordado por Lagos, quien afirmó que “los estímulos monetarios siguen adelante, por lo que estamos atentos a lo que ocurra en Estados Unidos. Esta situación influye por cierto en el valor del dólar, que está muy bajo, lo que además potencia el valor del cobre”.
Por otra parte, el desarrollo de las energías renovables también influirá en el precio del metal rojo. De hecho, Lagos apuntó que “este aspecto tendrá mucha importancia a largo plazo y el hecho de que el Gobierno de Biden se haya integrado nuevamente al Acuerdo de París y establezca un plan de estímulo a las energías renovables favorecerá al cobre, sin ninguna duda”.
Y añadió que “esta situación podría configurar un periodo relativamente largo de precios altos del cobre, y serían buenas noticias para Chile”.
Asunto al que también se refirió Guajardo, quien mencionó que “se está haciendo una apuesta muy fuerte porque la recuperación del mundo post pandemia sea con un énfasis en energías verdes y descarbonizar, y en eso, algunos metales, como el cobre, van a tener una demanda adicional”.
El cobre como “activo refugio”
Los analistas concuerdan en que, dado el contexto actual, las materias primas se convierten en bienes bastante relevantes. De hecho, Guajardo aseveró que “el factor financiero es importante, puesto que ante tanta inflación, las materias primas, especialmente los metales, se convierten en un activo donde los inversionistas van a buscar una forma de preservar el valor en este periodo”.
En relación a esto, Lagos defendió que hoy el cobre es un activo refugio, puesto que “como hay tanta plata disponible para invertir, el cobre se vuelve en estos minutos un indicador importante de la economía mundial”.
Y aclaró “no siempre lo es, pero desde hace varios meses sí es un barómetro importante”. Es entonces que, aunque exista un déficit de oferta de metales como el cobre, las condiciones mundiales conforman un entorno propicio para que el valor del cobre siga subiendo.
Por lo mismo, es en el marco del progreso de la inmunización, la permanencia de una alta demanda y la recuperación económica, que los expertos consideran probable que el metal rojo alcance los US$4.