El inicio del cierre está sujeto al proyecto que impulsará el Gobierno para modificar la ley 19.993, norma que obliga a mantener la operación de la fundición en cuestión.
Alrededor de 33 horas se extendió el paro nacional de los trabajadores de Codelco, movilización que logró coordinar a los 26 sindicatos que conformar la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) -pertenecientes a todas las divisiones de la cuprífera- y que nació ante el rechazo de la decisión del directorio de la estatal de iniciar un proceso para cerrar la fundición Ventanas, dado sus nocivos efectos ambientales en medio de la saturada zona Quintero-Puchuncaví.
Acusaciones de los dirigentes de supuestas intenciones de “privatizar” Codelco, además de la incertidumbre de lo que ocurriría con los 349 trabajadores de la planta y los cerca de 380 contratitas, fueron parte de los fundamentos del paro que apuntaba a impedir el cierre de Ventanas. Sin embargo, tras una extensa reunión con los directores de la compañía, se logró un acuerdo y en la tarde de ayer se puso fin a la movilización.
“A partir de este minuto vamos a levantar la paralización”, subrayó Amador Pantoja, presidente de la FTC, tras la cita, en la cual se acordó la conformación de una mesa de trabajo en la división Ventanas, integrada por dirigentes sindicales y los representantes de la empresa. En ella, se abordarán los escenarios para el cese de la fundición.
Es decir, el proceso del cierre sigue en píe, y así lo ratificó más tarde el ministro Segpres, Giorgio Jackson. “El cierre sigue a firme”, dijo. “Hay una decisión tanto del directorio y respaldada por el Gobierno de que, en una zona saturada, debemos iniciar este proceso de cierre”, aunque, recalcó, aquello “no se hace de la noche a la mañana”, agregó.
Según los planes de la empresa, los cuales fueron detallados a Emol, el cierre total de la fundición en cuestión puede tomar hasta 10 años, cuyo costo proyectado por Codelco se estima en US$250 millones.
Si bien la planta en este momento mantiene sus operaciones suspendidas, una vez adecué al nuevo plan operacional tras las nuevas exigencias de la autoridad, esta volverá a funcionar normalmente. Esto, eso sí, según las condiciones meteorológicas, considerando que durante un tercio del año no hay viento en la zona y, en esas condiciones, la fundición no tiene permitido operar.
De todas formas, la planta no parará hasta que no se apruebe la modificación a la ley 19.993, norma que obliga a mantener la operación de la fundición Ventanas y que es clave para iniciar el cierre. El Gobierno se encuentra trabajando comenzar la tramitación de esa modificación en el Parlamento, pero se busca que el proyecto que apunta aquello sea concordado con los trabajadores. “Hay que escucharlos respecto a la piensan de esta ley”, señaló la ministra de Minería, Marcela Hernando.
“No les hemos presentado propuesta (…), es una conversación que está en absoluto desarrollo”, agregó la secretaria de Estado. Aunque esa no sería la única traba, y es que el respaldo que tendría la iniciativa en el Congreso sería incierto.
Más allá de eso, el plan trazado por Codelco contempla que, una vez modificada la ley, se pedirá al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) el permiso para la paralización temporal de la fundición Ventanas, cuyo plazo de tramitación se estima entre 6 y 10 meses.
Solo luego de obtener el permiso de paralización temporal de Sernageomin, Codelco podrá implementar la detención del proceso. O sea, entre el trámite de la ley y el permiso podría pasar un año.
Luego, la compañía deberá iniciar la elaboración de las ingenierías de perfil, prefactibilidad y factibilidad del cierre definitivo de la fundición. De la mano de esto, debe realizar la evaluación ambiental en el SEIA . El plazo de estas actividades se proyecta entre 4 y 6 años.
Posteriormente, se podrá proceder al desmantelamiento de la planta, la reutilización de infraestructura, las remediaciones y recuperación de áreas. Esto, podría sumar 4 años más al proceso.
La refinería -distinta a la fundición- de Ventanas hoy procesa cerca de 361 mil toneladas métricas finas de ánodos provenientes de Caletones-El Teniente, otras 86 mil toneladas de Paipote-Enami, además de las 90 mil toneladas de Ventanas.
Del total, 83,3% de los productos que se refinan provienen de otras fundiciones y sólo 16,7% de la fundición Ventanas.
Fuente: Emol