Tras su bullada salida de SQM en abril pasado, Julio Ponce se dedicó a revisar la estructura financiera de las Cascadas. Estas sociedades tienen como único activo final las acciones de SQM y comparten peculiaridades: generan poca caja -pues dependen de los flujos que les entregue Soqui a través de dividendos-, y tienen una cuantiosa deuda, que a su vez está vinculada al valor de las acciones de esta minera. Esto ocurre porque acciones de SQM están dadas como garantías de los préstamos de la banca. Según Felipe Lubiano, analista de crédito de IMTrust, los principales acreedores de las Cascadas son Corpbanca, Scotiabank y en menor medida Santander. Al controlador del grupo empresarial le complicaba la caída del valor de las acciones de SQM y el alza del dólar, dos efectos que unidos en la práctica reducían el valor de las garantías, dice este experto.
La semana pasada, CorpBanca entregó créditos por US$ 70 millones a Pampa Calichera, préstamos cuyas garantías son acciones de SQM. Oro Blanco, en tanto, recibió en esa fecha un crédito del mismo banco por US$ 84,6 millones. Al mismo tiempo, esta firma pagó a su controladora Norte Grande un préstamo por US$ 72 millones. A su vez, Norte Grande prepagó un crédito por esa suma a CorpBanca. Todos estos movimientos tienen por finalidad mejorar la estructura financiera de las Cascadas, de manera de pre-pagar los créditos más caros y mantener o disminuir el número de acciones dadas en garantía para los préstamos, dicen conocedores del proceso.
Para mejorar los flujos «aguas arriba», el 4 de septiembre Pampa Calichera solicitó una junta extraordinaria de SQM, que está fijada para el 2 de octubre. La meta: que esta sociedad reparta un dividendo, con cargo de las utilidades acumuladas, por US$ 280 millones. Si es que esta táctica no es suficiente para inyectar liquidez a las Cascadas, se evalúa un aumento de capital en esas sociedades. El mercado apuesta a que será en Pampa Calichera.
( El Mercurio )