El periodista Alejandro Pino Uribe rememora, a seis años de producirse el rescate de los 33 mineros desde la mina San José en Copiapó, pormenores de lo que fue ese operativo que dio la vuelta al mundo.
En su calidad de gerente general de la Asociación Chilena de Seguridad, AChS, le tocó vivir este histórico episodio que permitió el rescate de 33 hombres atrampados a 700 metros de profundidad tras el derrumbe en la mina en que trabajaban.
A pesar de tener una mirada más distante de los hechos que pusieron a nuestro país en el tapete mundial de las noticias, dice que “sigo convencido de que es un rescate inédito en la minería mundial” y espera que nunca más se repita un accidente de esas características.
Como gerente de la Asociación Chilena de Seguridad en la Región de Coquimbo, esta entidad decidió enviarlo a Copiapó debido a la larga experiencia profesional, tanto en esa entidad y como periodista. “Por qué me mandan a mí, yo no tenía nada que ver con la Tercera Región, porque era más viejo, tenía 67 años, los viejos somos más reflexivos, no nos apabullamos con los grandes problemas, somos capaces de buscar formas de resolver y, sobre todo, sabemos trabajar en equipo. Creo que todos los equipos que allí estuvieron eran del mismo corte”.
Plantea que es un hecho inolvidable para la memoria colectiva y también para él, recordando que estando en terreno, todos los días había un problema que resolver y algo que inventar.
Precisa que había líderes de equipos y existía un gran liderazgo de Codelco a través de André Sougarret, que era monitoreado por el ministro de Minería de la época Laurence Golborne, quien, sin saber mucho de minería, administraba los recursos del Estado y siempre respaldó el aspecto técnico.
Pero un hecho clave para sacar adelante la tarea es que fueron capaces de llevar a sus equipos, hacerlos trabajar con inteligencia propia. “Nosotros no teníamos la verdad absoluta ni sabíamos exactamente todo lo que había que hacer, para eso teníamos ingenieros, profesionales, y les dábamos el respaldo técnico y humano para que ellos pudieran hacer bien la tarea y ese fue, tal vez, uno de los resultados importantes del rescate”.
Sin embargo, precisa que fue crucial la determinación del gobierno, ya que si no dispone los 20 millones de dólares que costó el rescate, sencillamente no había manera de haber sacado a los mineros desde la profundidad de la tierra. “La decisión en ese momento del Presidente Piñera fue, y yo participé en las reuniones donde él daba esas directrices, traer la mejor tecnología que hubiera en cualquier parte del mundo, traer a los mejores especialistas en cada una de las materias, de cualquier parte del mundo. Así fue como el sondaje, que terminó por rescatar a los mineros, era manejado por un equipo norteamericano, los trajeron desde Afganistán”.
Sin embargo, Pino Uribe dice que hay un aspecto al que no se le ha dado el realce que corresponde y es que quienes llegan al lugar del refugio y encuentran a los mineros fue una empresa de Copiapó (Terraservice), empresa absolutamente de técnicos y perforistas chilenos, ellos los encuentran y luego viene el problema de cómo los sacábamos”.
LA INCERTIDUMBRE. Cuando Alejandro Pino llega el día 7 de agosto a Copiapó -el accidente había sido el día 5 de ese mes – se pensaba que sería un rescate de tres o cuatro días, que es por lo general lo que dura un rescate de minería subterránea, nadie se imaginaba que estarían 17 días desaparecidos del mundo y nadie imaginaba que después pasarían meses para sacarlos desde el fondo de la mina.
Por su parte, lo que tenía que hacer Pino Uribe, como gerente de la AChS, era ver por qué se produjo el accidente y con una empresa afiliada a la Asociación Chilena de seguridad (minera San Esteban). Lo primero que recomienda a sus jerárquicos es que si cometieron errores deben reconocerlo de inmediato. “Lo primero que se hace en una crisis comunicacional es no mentir y tenemos muchos ejemplos de cosas que han pasado en este país, donde la gente ha mentido y esa mentira se alarga, se alarga, y nunca más, aunque digan la verdad, ya es tarde. Una verdad después de muchos meses de mentiras, te hace poco creíble. Por eso les dije, si nosotros metimos la pata tenemos que decirlo de inmediato y nos tendremos que poner a pedir perdón y dar todas las explicaciones”, lo que no fue necesario.
¿POR QUÉ SE PRODUCE EL DESASTRE?. Según Alejandro Pino, el desastre se produce en una mina en que seis años antes el jefe de prevención de la AChS le advirtió a la empresa Minera San Esteban que si no se hacía un estudio geológico y geomecánico, esa mina se podía derrumbar en cualquier momento. Posteriormente, en el mes de julio del 2010 se produce el accidente del minero Gino Cortés, a quien le cayó un planchón de roca desde el techo de la mina y le cercena la pierna. En el informe de reconocimiento de riesgos y de ese accidente, se vuelve a señalar a la compañía minera que si no hace un estudio geológico, la mina se puede derrumbar.
De hecho, un año antes, el 2009, la mina había sido clausurada por Sernageomin, debido a las denuncias hechas por el sindicato y por los informes de la AChS. En ese tiempo se hizo un estudio geológico, cuyos resultados nunca se conocieron.
Sobre esto, Alejandro Pino dice que se cometió un error inmenso, porque “una de las cosas que habíamos indicado en el informe del 2009, señalaba que no era necesario tener una vía de escape y que la vía de escape debería ser por un pique de una obra anterior que tenía buena consistencia de roca, había que gastarse varios millones de pesos para hacer un túnel de escape. Y las vías de escape se hacen en el lugar donde trabajan los mineros y estaban trabajando en el fondo de la mina a más de 600 metros de profundidad. La empresa dice que no tiene dinero para hacer esa salida y Sernageomin decide que la salida de emergencia se puede hacer por las chimeneas de ventilación y ordenan escalerar las chimeneas, que son ductos bastante grandes, cosa que no se debe hacer. Hay un informe de la AChS oponiéndose a esa solución, sin embargo, se hace”.
Tras el derrumbe empieza la cacería de brujas. “Nosotros aclaramos tres días después que nos habían sacado la mugre en todos los medios de comunicación como responsables de esto, pero una vez que aclaramos fue evidente que los responsables eran las autoridades de Gobierno”.
La explicación que da sobre esto es que era época de elecciones y “los mismos parlamentarios de la zona presionaron para que esa mina volviera a funcionar, porque había 600 trabajadores cesantes y eso era muy mal visto en época de elecciones y se autorizó a volver a abrir la mina. Con un estudio geológico pagado por la propia empresa, que decía que se podía explotar la mina y no se podía explotar. Por qué se derrumba la mina entonces. Por negligencia y por codicia. Negligencia de las autoridades que tenían que hacer las regulaciones y codicia de los dueños, sin importarle lo que les pasara a los trabajadores.
EL MOMENTO DE LA TRAGEDIA. Luego de conversaciones con los actores, Pino Uribe recrea el momento del derrumbe.
Indica que primero salió una camioneta roja y el conductor le contó que detrás de él venía una nube de polvo la que lo siguió hasta la salida de la mina, porque se estaba derrumbando. Además, el camión de Frank Lobos, que llevaba a los trabajadores para almorzar, salía siempre a los pocos minutos detrás de la camioneta, pero ese día no ocurrió.
Ese día se había bajado a la mina con una serie de materiales para un frente nuevo de explotación y el jefe de turno, Luis Urzúa, además llevó a otros mineros para ver dónde se iniciarían los nuevos trabajos. Entonces entre ese trámite e ir a buscar a los mineros para almorzar pasó cerca de media hora, momento en que se produce el derrumbe. Si hubiesen salido de acuerdo a la rutina de siempre, estarían muertos.
Mario Sepúlveda, que en la actualidad es amigo de Alejandro Pino, le narró que una vez que se tranquilizaron un poco las cosas después del derrumbe, comenzaron a subir y se encontraron con un muro de roca y en el acceso, a la bajada, otra muralla de roca. Al final se concluyó que una roca de aproximadamente 900 mil toneladas se desentrañó del interior de la mina, lo que fue como ponerle el corcho a una botella.
Finalmente los mineros fueron rescatados tal como lo conoció el mundo, como ocurrió hace seis años.
En la actualidad, Alejandro Pino Uribe dicta una charla de dos horas, que se llama “Nadie se Queda Abajo”, la que se ha dictado en no menos de 50 universidades, como un estudio de cómo se planifica estratégicamente, cómo se ve la gestión de calidad, cómo se ve cada uno de los procesos.
COORDINACIÓN CON CARABINEROS. Luego de 17 días de haber estado atrampados bajo tierra, los 33 mineros fueron encontrados, ya habían perdido entre 7 y 10 kilos de peso, por lo tanto una de las primeras medidas es la alimentación, la que no podía ser de golpe. Después de solucionar esto se inicia todo el proceso para el rescate. Según Alejandro Pino Uribe, si se hubiese optado, como se hace en la minería tradicional, haciendo un túnel, la demora en rescatarlos habría sido a lo menos 11 meses después de encontrarlos con vida. Por lo tanto, la manera más rápida era por una perforación, pero no una normal, ya que por ahí no podrían ser rescatados, “por eso se decidió que las perforadoras tenían que hacer doble perforación, lo que significaba unas dos semanas, eso sin encontrarse con problemas como los que ocurrieron, que las brocas se rompieran.
Posteriormente, se debió asumir el hecho de que llegaran periodistas de todo el mundo, los que instalaron cámaras por todos lados, a pesar de que no podían entrar a la zona cero, pero lo hacían a distancia porque la tecnología lo permitía y permitía lectura de labios, así que una de las medidas que toma Alejandro Pino con su equipo, es no discutir nada afuera, por lo tanto todo se hablaba dentro de los containers. Reconoce, eso sí, que era una buena oportunidad para el Gobierno de lucirse, “pero no la aprovechó bien”.( Fuente: Diario El Día)