Romina Oyanedel “Es un orgullo ser la Mujer destacada de la Minería”

rominaRomina Oyanedel, ayudante de metalurgia en la planta de operaciones de la Minera Las Cenizas, se impuso en la categoría “Mediana y Gran Minería”

“Yo tengo un sueño”. Al igual que el inmortal Martin Luther King, Romina Oyanedel Silva tiene grandes sueños. Ya logró uno, que no sólo a ella la llenó de orgullo, sino que también a sus padres, compañeros de trabajo y también a la gerencia de la Compañía Minera Las Cenizas, planta enclavada en la Comuna de Taltal. Y no podía ser de otra otra manera, pues esta joven madre de Cabildo es la “Mujer Destacada en Minera del 2016”, en la categoría “Mediana y Gran Minería”.

No ha sido fácil para Romina, oriunda del sector La Vega, Cabido, lograr un espacio entre rudos hombres. Pero la constancia, dedicación y sus grandes sueños la tienen ahí luchando. Cuenta que  le ha costado desde el inicio. De partida, el amor a la minería nace de su abuelo paterno, quien tenía una veta de oro. “Claro está que mi familia soñaba con una profesora o una enfermera, pero me matriculé, sin permiso de mis padres, en el Liceo Técnico Profesional de Minería de Cabildo, porque quería seguir el camino de mi abuelo y aquí estoy, feliz y orgullosa”, dice.

¿Es difícil trabajar entre hombres?

-Para nada. Está claro que fue un gran desafío invadir su espacio, pero poco a poco me he ganado el respeto y su cariño. Es más, mi jefe me dice que desde que llegué al área de operaciones hay más respeto y orden. Aporto y doy el toque femenino, además me preocupo de sus cumpleaños y nunca falta una tortita. Sí, estoy feliz entre los 19 hombres de mi turno. Me siento orgullosa de representar el género femenino y ser la primera mujer que está en operaciones en la historia de esta empresa”.romina1

Romina, madre de René, un pequeño de siete años,  señala que su primer trabajo partió en el Liceo haciendo análisis de control de calidad a los pirquineros de Cabido, luego estuvo ocho meses  en muestreo en el Departamento de Geología de Los Bronces y a Las Cenizas entró como ayudante de metalurgia en la planta y desde abril del 2015 está el área de operaciones, en proceso de flotación, además de ver la molienda.

Y agrega que es duro el trabajo, pero “cuando uno tiene grandes sueños, debe darlo todo por conseguirlos. Yo quiero devolver la mano a mis padres, darle un bienestar a mi hijo René y, por cierto, tener la casa propia, como cualquier trabajador chileno. Además, seguir perfeccionándome y estudiando porque aspiro trabajar en Codelco Andina. Así que sueño con un título universitario, porque sé que no podré estar toda mi vida aquí, subiendo y bajando escaleras, por la displasia de cadera; me operaron dos veces y el tendón de mi pierna izquierda se recogió. Hasta ahora  eso no ha sido impedimento para trabajar, quizás cuando tenga más edad.  Por eso quiero estudiar algo como analista químico”.

Como piensas en un mejor futuro, estás con la gente que salió a las calles en protesta contra las AFPs…

-Seguro. Lo de la AFPs es un robo y como madre y trabajadora me sumo a la mayoría que salieron a la calle a demostrar su descontento. Pucha, si a los pobres viejitos no le alcanza ni para remedios. Ya está bueno, hay que cambiar todo, porque mi futuro yo no lo quiero así”.

Obviamente, que también están de acuerdo con cambiar la Constitución…

-Claro que sí. Soy sincera, no he participado en los Cabildos por el trabajo y los cambios de turnos, pero estoy de acuerdo que se cambie la Constitución y que alguna vez por todas los trabajadores estén bien”.

Pasando al gran premio ¿Qué se siente ser la Mujer de la Minería 2016?

-Es un gran logro profesional ganar por mi capacidad y esfuerzo. Pero es un tremendo premio al trabajo en conjunto con mis compañeros; si estoy acá es gracias a su apoyo. Este reconocimiento da un toque de alegría a la faena. Somos una familia y cuando se supo la noticia todos alegres me abrazaban y me hacían gestos”.

A Romina le gusta el rock, es mala para ir de compras y sus días libres (trabaja turno 7×7) se lo pasa ayudando a su madre, regaloneando con su hijo y está feliz de tener compañeros de trabajo tan buena gente. “Ellos se transformaron en mis amigos cuando falleció sorpresivamente mi hermana menor, mientras yo estaba de turno. Ahí me ayudaron mucho, me alentaron y me levantaron; hicieron un gran trabajo de terapia. Les agradezco por ayudarme en esa desgracia y, por cierto, les doy las gracias por este gran premio. Pues sin ellos, este sueño no se hubiese cumplido”.( Fuente: El América)

Comenta esta Noticia!