Un gran auge es el que está teniendo hoy el crecimiento en el país, de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), el que se ha mantenido sostenidamente en los últimos 10 años, pasando del menos del 1% de participación en la matriz energética en el 2006, hasta alrededor del 15% que se alcanzará este 2017 y a un 25% el 2020.
Cifras que nos llenan de orgullo, pero que también implican un gran desafío para las autoridades de nuestro país y sobre todo para Sebastián Piñera y su nuevo gobierno, quienes no sólo deberá mantener estas cifras, si no que hacerlas crecer, para poner a Chile al nivel de los países más desarrollados.
Y el principal desafío será mantener un marco regulatorio claro, el cual siente la confianza en los inversionistas y establezca las bases para la inversión privada en este ámbito. Pero también, lograr que se incorporen de forma masiva los sectores vinculados a las PYMES y los sectores domiciliarios del país.
Pero ¿qué es más importante a la hora de mantener el crecimiento de las ERNC en nuestro país? ¿Necesitamos más recursos o más investigación? Ante el contexto actual, ambos factores son fundamentales.
Una inversión indirecta del Estado, destinando estos recursos en los organismos públicos para generar políticas y leyes que incentiven el uso de estas tecnologías; realizar una regularización y marco normativo claro; fiscalizar el cumplimiento de plazos y tareas necesarias a realizar por las distribuidoras para permitir la conexión de las planta de ERNC y la realización de la difusión de la tecnología mostrando la viabilidad de esta alternativa energética con ejemplos claros, como las cubiertas de inmuebles públicos, son el camino que debemos seguir para un Chile sustentable.
Chile, al ser considerada una potencia en este tipo de energías a nivel mundial, entrega el ambiente propicio para poder realizar investigaciones, pruebas y servicios en las plantas generadoras, pasos que son altamente necesarios para poder realizar los proyectos de investigación y desarrollo en esta materia.
Esto, sumado a presentar un mercado en auge, asegura que la implementación y bases de estas investigaciones sean viables, por lo que una inversión del estado en investigación más que ser necesaria, puede entregar una oportunidad al país del esperado salto a la creación de tecnologías locales, estando a la vanguardia en el desarrollo e investigaciones en ERNC, exportando estos conocimientos, tecnologías y servicios derivados de los proyectos de investigación, aportando al crecimiento y expansión extranjera del país en base al desarrollo de energías limpias y renovables.
Una inversión indirecta del Estado, destinando estos recursos en los organismos públicos para generar políticas y leyes que incentiven el uso de estas tecnologías; realizar una regularización y marco normativo claro; fiscalizar el cumplimiento de plazos y tareas necesarias a realizar por las distribuidoras para permitir la conexión de las planta de ERNC y la realización de la difusión de la tecnología mostrando la viabilidad de esta alternativa energética con ejemplos claros, como las cubiertas de inmuebles públicos, son el camino que debemos seguir para un Chile sustentable.
Tomando en cuenta esto, es necesario invertir en la instalación de ERNC en edificios públicos, como plantas solares fotovoltaicas, puesto que es una señal de confianza en la tecnología y permite mostrar con ejemplos y datos comprobables los beneficios de éstos, buscando acercar este tipo de energía a la sociedad no experta en esta materia, dando el paso necesario para lograr incorporar definitivamente a los sectores domiciliarios, PYMES y sectores industriales inmersos en la ciudad.