La industria minera tiene grandes desafíos en nuestro país. Es que las inversiones han disminuido y los precios récord de ciertos minerales parecen ser cosa del pasado.
«Durante los próximos cuatro años habría una inversión minera de entre 6 y 8 mil millones de dólares anuales. Ello contrasta con los cerca de 15 mil millones de dólares invertidos en 2013», afirma Gustavo Lagos, académico del Centro de Minería de la Universidad Católica.
Y según el Banco Central, en la medición del PIB a precios corrientes, la participación de la minería llegó a 11,1% el año pasado, tras alcanzar un peak de 20,7% en 2006.
Asimismo, según cifras del Consejo Minero, los costos en la minería del cobre se han incrementado 66% en los últimos cinco años.
Para enfrentar con éxito estos difíciles escenarios, señalan los expertos, es fundamental avanzar hacia grados mayores de productividad. Ello implica, dicen, hacerse cargo de los cambios que ha sufrido la industria minera, los cuales traen aparejados muchos desafíos.
Por ejemplo, Tomás Núñez – consultor civil-estructural de terreno Sierra Gorda SCM, de KGHMI & Sumitomo Corporation- sostuvo en el reciente Congreso de Proyectos Industriales y Mineros de AICE, que en los últimos 5 años han surgido una serie de megaproyectos mineros, muchos de los cuales han sido emblemáticos por su inversión, producción e infraestructura.
«El manejo y desarrollo de la ingeniería estructural para este tipo de industria ha sufrido una serie de cambios, principalmente ligados a integrar las diferentes etapas de la ingeniería en un concepto que podría denominarse ‘ingeniería fast-track’ o ‘ingeniería básica de detalle'», señaló a AICE.
Las consecuencias de adaptarse a esta dinámica, indicó, «han hecho que la ingeniería estructural de terreno sea un factor preponderante a la hora de materializar el proyecto, ya que factores como los detalles constructivos, la visión multidisciplinaria, el montaje, la mantención y operación son claves para el éxito de la iniciativa».
Más coordinados
También, señalan, es clave para la productividad avanzar en ciertos aspectos importantes para la actividad minera en nuestro país.
Por ejemplo, durante el reciente congreso de AICE, Antonio Iruretagoyena, de Rubén Boroschek & Asociados, recalcó que se debe avanzar en definir criterios de diseño sísmico en equipos mineros.
Afirmó que gran parte de los proyectos mineros se centran en el diseño de estructuras, mientras que «los requisitos sísmicos de equipos quedan en recomendaciones generales que pueden resultar en un vacío peligroso para el desempeño del proyecto frente a un evento de este tipo. Gran parte de la normativa existente usada como referente no está dirigida al diseño propio de equipos, sino que mayormente solo se entregan referentes claros en lo que respecta al diseño de anclajes».
En definitiva, señalan los expertos, es clave avanzar en aspectos tan relevantes como la coordinación de proyectos de construcción.
Así quedó plasmado en la segunda versión del seminario «Productividad en la construcción de grandes proyectos mineros», actividad organizada por la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, de la Cámara Chilena de la Construcción, CChC, con el apoyo del Comité de Túneles y Espacios Subterráneos de Chile (CTES-Chile).
Durante el panel de discusión, Juan Carlos León, gerente general de la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, propuso como principal conclusión que si bien existe un consenso en cada uno de los actores -mandantes, ingeniería, gerenciamiento de proyectos y contratistas- en cuanto al diagnóstico de la baja productividad y una visión compartida de la necesidad de trabajar sobre ello, no existen las instancias y mecanismos adecuados de comunicación y trabajo colaborativo.
«El gran desafío es volver a generar las confianzas necesarias entre los actores de la cadena productiva, con el objeto de generar instancias de trabajo colaborativo, definir metas y objetivos comunes, transparentar los resultados y diagnósticos, y por último, poner como foco principal y compartido el mejoramiento de la competitividad del sector», planteó.
El factor asiático
Uno de los factores que comienza a incidir con fuerza en la industria minera chilena es la creciente presencia asiática, a todo nivel.
Muestra de ello es el hecho de que para la próxima feria Exponor 2015 se espera la participación de empresas de China, Taiwán, Corea del Sur, India, Japón, Indonesia, Filipinas y Malasia.
Según ha declarado Yung Han Shen, gerente general de Asia Reps, «las empresas de ese continente están acelerando sus inversiones en el mundo y se han convertido en los principales competidores en el escenario internacional».
Por ello, se espera que durante Exponor 2015 las empresas asiáticas superen los 800 metros cuadrados de exposición logrados en la versión 2013, así como también el total de empresas asiáticas, que alcanzó a 40 compañías.
( Fuente: El Mercurio )