El pasado viernes, el Tribunal Ambiental de Santiago acogió la demanda de reparación por daño ambiental interpuesta por el Consejo de Defensa del Estado contra de la Compañía Minera Maricunga, controlada por la canadiense Kinross.
En el dictamen dado a conocer se da cuenta que la empresa “ha causado daño ambiental al ecosistema de la vega Valle Ancho, en particular, a su biodiversidad y componentes asociados, por lo cual se la condena a reparar el medio ambiente dañado”.
Al respecto, Víctor Riesco, Director de Comunicaciones de Fesumin y Secretario del Sindicato de Supervisores de Collahuasi, apuntó que “Maricunga es un tema complicado, dado que como ya sabemos Kinross al hacer las evaluaciones de impacto ambiental sostuvo un par de situaciones que, principalmente, apuntaban al hecho de evitar dañar lo que corresponde al área de influencia del sector».
«Hay que recordar que las mineras necesitan agua para sus procesos, principalmente para lo que es el transporte de fluidos, en específico una vez que sacamos el mineral debemos moverlo a través de las correas transportadores hasta los molinos y ahí, una vez adentro, y queremos llevarlo a las celdas de flotación, los espesadores o simplemente bajarlos de las faenas para poder llevarlo a puerto; tenemos que usar el agua como medio de transporte», agregó.
Sobre esto, la sentencia apunta que “la causal del daño radica en la extracción de aguas subterráneas, lo que a su vez significó el incumplimiento de sus resoluciones de calificación ambiental (RCA) tanto respecto a los efectos que ello podía ocasionar en las vegas, como en cuanto a las medidas que debía adoptar ante impactos no previstos”.
Riesco puntualiza que “hay una gran influencia, y el dictamen lo dice así, que por el hecho de realizar la actividad uno tiene que evaluar cuales son los efectos que tiene en los sectores aledaños, todas las mineras afectan de una u otra forma estos procesos dados los consumos de agua que tienen, específicamente, en los delicados ecosistemas que existen en la altura y, aunque muchos no lo crean, también en el desierto, sino es cosa de ver el Salar de Atacama, el que está siendo afectado por la explotación de la minería no metálica».
Aunque de la empresa se defienden diciendo que la vega de Valle Ancho se encontraba fuera del área de influencia de proyectos, desde Fesumin llamado es a “subsanar muchas cosas de algo que partió como una mala operación. Esperamos que algo se puede remediar el hecho de los daños causados».(FESUMIN)