Esta votación da luz verde al documento oficial, la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que firmarán las autoridades correspondientes para certificar que el proyecto Rajo Inca cumple con los requisitos de carácter ambiental contenidos en el D.S. N° 40 Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente.
“La excelencia en el desarrollo de nuestros proyectos es uno de los principales objetivos de la transformación que vive la compañía. Estamos muy satisfechos con la agilidad que ha tenido Rajo Inca. Iniciamos los estudios de prefactibilidad en 2015 y ya en 2021 esperamos la entrada en operaciones para acceder a 900 millones de toneladas de mineral, con leyes de cobre promedio de 0,69%, las que permitirían aumentar en 30% la producción de División Salvador respecto de los niveles actuales”, comentó el presidente ejecutivo de Codelco, Octavio Araneda.
La evaluación contempló la realización de un proceso de Participación Ambiental Ciudadana Anticipada (PACA); un proceso de Participación Ambiental Ciudadana formal (PAC); la respuesta a observaciones e inquietudes formuladas por la autoridad y la ciudadanía en tres Informes Consolidados de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o ampliaciones (ICSARA) y la firma de acuerdos con las tres comunidades indígenas Colla del área de influencia del proyecto, tras un proceso de consulta efectuada conforme a los principios del Convenio 169 de la OIT.
Tras la obtención de la RCA, el proyecto debe ser aprobado por el Comité de Proyectos y Financiamiento de Inversiones del directorio de Codelco, etapa que se espera completar en abril de 2020 y, posteriormente, recomendado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), por lo que el inicio de las obras podría estimarse para finales del primer semestre de este año.
Rajo Inca se ubica en la comuna de Diego de Almagro, en las actuales instalaciones de la División Salvador de Codelco. El proyecto extenderá la vida útil de la división mediante la explotación a rajo abierto de los recursos remanentes del yacimiento principal Indio Muerto, explotado desde 1959 y el que actualmente presenta un enorme desafío: sólo tiene recursos para ser explotados de forma subterránea hasta 2021, por lo que el agotamiento de estas reservas mineras implicaría el cierre de la división. Cambiar el método de extracción a rajo abierto, por lo tanto, era urgente, pues es la única manera de mantener viva las operaciones para extraer los recursos disponibles.
“Rajo Inca, permitirá dar continuidad a las operaciones mineras en la división, creará 1.800 puestos de trabajo en su fase de mayor demanda, con prioridad para los habitantes de Atacama, y generará un proceso de encadenamiento productivo para la contratación de servicios”, destacó el gerente general de División Salvador de Codelco, Christian Toutin.
Sergio Gaete, Gerente del Proyecto Rajo Inca, recalcó que “en Salvador viviremos el proceso inverso de Chuqui: pasaremos del método de extracción subterráneo a rajo abierto y, al igual que en ChuquiSubte, lo haremos con elevados estándares mineros. La importancia de este proyecto estructural de Codelco radica en que permitirá a la Corporación mantener la operatividad de División Salvador y aportar al desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida a miles de chilenos”.Las principales obras y actividades de Rajo Inca corresponden al desarrollo de un nuevo rajo, dos nuevos botaderos de estériles y uno de ripios, mejoramientos en las plantas procesadoras de la División Salvador, transporte de relaves y aumento de la capacidad del Depósito de Relaves Pampa Austral, la instalación de una planta de osmosis inversa y la habilitación de un relleno sanitario. También contempla la construcción de infraestructura de apoyo, como talleres de camiones y un paso sobre la ruta C13, entre otras. El proyecto considera el transporte de concentrados y cátodos hacia el Puerto Barquito y/o a la Fundición Potrerillos.