En US$3,56 se cotizó la libra de cobre ayer en la Bolsa de Metales de Londres, luego de presentar un alza de 0,6%, lo que llevó al precio promedio anual del mineral a situarse en US$2,80.
Esto implica un importante alivio para las arcas fiscales, ante el incremento en el pago de regalías de parte de las empresas.
No obstante, 2020 fue un año de contrastes para la principal exportación del país, ya que si bien hoy se encuentra en su mayor nivel en siete años, durante el primer trimestre tocó piso, cuando en marzo se cotizó en US$2,09, de ahí en adelante el salto ha sido superior al 70%.
El cambio de tendencia ha llevado al metal a crecer en un 27,2% respecto del primer día del año, alcanzando la tercera mayor alza anual de la última década, siendo solo superado por su desempeño al inicio del último súperciclo en 2010 (30,5%) y en 2017 (28,4%).
Junto con lo anterior, se trata del cierre más alto exhibido desde 2012 (US$3,59).
Según explican los expertos, las razonas detrás de este importante salto están directamente relacionadas con los paquetes de estímulos financieros anunciados por las principales economías del mundo y por la reactivación china, principal consumidor del mineral, que está impulsando importantes compras del mineral, incluso de parte de la reserva estatal.